Una trabajadora del departamento de finanzas de Air Asia recorre a diario 800 kilómetros en avión para llegar a su puesto de trabajo y regresar a casa. La conciliación familiar es complicada, más aún cuando los hijos son menores de edad.

Es el caso de Racheal Kaur, madre de dos pequeños de 11 y 12 años, que embarca en una aeronave todos los días, de lunes a viernes.

Viaja casi 400 kilómetros en cada sentido, desde su casa que está en Penang (al norte de Malasia) hasta la oficina en Sepang (cerca de Kuala Lumpur).

En una entrevista con CNA Insider, publicada en su canal de Youtube, asegura que debe recorrer un trayecto similar al que hay entre París y Lyon. Su jornada laboral empieza a las 4 de la mañana. Se prepara y sale de su casa a las 5.

El avión despega a las 5.55 de la madrugada, y el vuelo dura casi 40 minutos, por lo que ficha en la oficina a las 7.45. Una vez que termina su jornada, tiene que tomar otro vuelo para llegar a su casa a las 19.30.

En ese momento, aprovecha para disfrutar de sus hijos, un esfuerzo que “vale la pena” ya que “cuando estoy en la oficina puedo concentrarme en mi trabajo al 100% pero cuando llego a casa, me concentro también al 100% en mi familia”.

Antes de tomar la decisión de subir a un avión para viajar todos los días de su casa a la oficina, Racheal valoró la opción de alquilar una casa. Pero no era factible porque, a la hora de cuadrar los números, era mucho más caro.

Un departamento no muy grande cerca de su lugar de trabajo hacía subir sus gastos mensuales obligados que ya eran de 474 dólares. Ahora, se han reducido a 316 dólares.

Lo que preocupa a Kaur es el impacto medioambiental de la decisión que ha tomado. Sus desplazamientos, como ha calculado, generan 280 kilos diarios de CO2 (dióxido de carbono).

Fuente: Noticias Trabajo.



Fuente Clarin.com

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