Yamil Santoro, legislador porteño de Republicanos Unidos, protagonizó este viernes a la mañana una escena de película en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. Estaba desayunando con integrantes de su equipo en un bar cuando un “descuidista” intentó robarle a uno de sus colaboradores. Allí comenzó una persecución de cinco cuadras, que terminó cuando lograron atrapar al ladrón, que le dijo: “Disculpame, amigo, no te robé nada”.
El asaltante fue detenido por Policía de la Ciudad, que lo identificó como Cristian Antonio Rodríguez González, chileno y de 40 años.
Todo comenzó cuando Santoro y un colaborador, William Gibson, desayunaban en el café Biblos, en el centro. Habían dejado un morral colgado de una silla. Ese fue el botín que intentó llevarse Rodríguez González, aprovechando el descuido.
Pero Santoro y Gibson se dieron cuenta de la maniobra que hizo con el pie y salieron a correr al asaltante, que huyó. Según Santoro, la persecución duró cinco cuadras. Terminó en Talcahuano al 1.200, en el barrio de Retiro.

Santoro lo tomó de la mano y, junto a Gibson, le recriminaron su accionar. Policía de la Ciudad detuvo a Rodríguez González, que en la huida descartó un elemento que podría ser un inhibidor de señales.
El diálogo entre Santoro y el detenido
En las redes sociales de Yamil Santoro se difundió el video del momento posterior a la persecución, cuando el legislador retenía al ladrón y esperaba la llegada de la Policía de la Ciudad para concretar la detención.
“Yo tengo familia, él tiene familia, se rompe el orto laburando y vos le querés chorear”, dijo Santoro, con la vista clavada en la cámara.
La grabación siguió con la recriminación del colaborador, que enfrentó al asaltante -seguía tomado de la mano por el diputado porteño- y le exclamó: “A los ojos, mirame a los ojos. Tenés que laburar, hermano. Nos matamos laburando acá”.
El ladrón hizo contacto visual con él, pero giró para pedirle perdón a Santoro. “Disculpame, amigo, no te saqué nada”, le dijo.
“Porque te vi no me sacaste nada”, lo retó el legislador.
El fragmento continúa otra vez con Gibson y el ladrón enfrentados. “¿De dónde sos?”, le exigió. “¿De Colombia?”, acotó Santoro. “Chileno, amigo”, respondió el ladrón.
“¿Chileno? ¿Por qué no le robás a chilenos en vez de venir acá? Acá vinimos a laburar, hermano”, le protestó Gibson. “Dejame ir. Tengo familia, amigo”, le rogó Rodríguez González.
“Pensalo antes de chorear”, siguió retándolo Santoro, con una mano en el bolsillo. “Todos tenemos familia y todos laburamos. ¿Ahora nos venís a chorear?”, añadió.
El hombre tironeó tímidamente e intentó soltarse. “No, no”, se aferró a él el legislador.
Entonces llegó un policía de civil y luego se acercaron agentes porteños que lo esposaron. “Final feliz”, sobrescribió Santoro el video, que hizo una evaluación de una mañana agitada: “Empecé el día saludando a mi novia por San Valentín y, dos horas después, agarré a un chorro. Tranqui”.