Cada vez que hervís huevos en casa, sin saberlo, estás creando un fertilizante natural que podría mejorar el estado de tus plantas de manera notable. Esa agua que muchas veces descartamos por la pileta está cargada de nutrientes esenciales que podrían revitalizar tus macetas y canteros.
Este truco ecológico, sencillo y totalmente gratuito, es una recomendación que crece entre quienes practican la jardinería sostenible. Y lo mejor: no requiere conocimientos técnicos ni productos caros, solo prestar atención a lo que ya usás en la cocina.
Según explica Iván Trugarden, creador de contenidos y especialista en cultivo sustentable, el agua donde hervimos los huevos concentra minerales liberados por la cáscara durante la cocción. Entre ellos, destacan el calcio, el magnesio y el potasio, tres elementos esenciales para el desarrollo saludable de cualquier planta.
“El calcio ayuda a fortalecer los tallos y las hojas, y previene problemas como el amarilleo o la debilidad de las plantas. El magnesio es clave en la fotosíntesis, favoreciendo un color verde intenso y un crecimiento equilibrado. Y el potasio mejora la resistencia de las plantas y potencia su floración y fructificación”, detalla Trugarden.
Además, contiene pequeñas trazas de proteínas y micronutrientes, que alimentan el suelo y estimulan la actividad microbiana, clave para un ecosistema más fértil y balanceado.
Para que el efecto sea realmente positivo, es importante seguir algunas recomendaciones básicas:
Este pequeño hábito no reemplaza el riego habitual ni el compost, pero aporta un plus nutritivo natural que tus plantas van a agradecer.