Aunque los cítricos suelen llevarse el protagonismo cuando se habla de vitamina C, no son los únicos aliados del sistema inmunológico. Algunas infusiones también aportan este nutriente esencial, y pueden ser un complemento ideal para los días fríos o los cambios de estación.
Entre la amplia gama de tés e infusiones con beneficios para la salud, una variedad se destaca por su alto contenido de vitamina C. Además de ser fácil de preparar en casa, ofrece antioxidantes, minerales y un sabor agradable que acompaña cualquier momento del día.
Te contamos cuál es ese té que potencia las defensas, cómo prepararlo correctamente y qué otras infusiones también contienen este nutriente clave para el buen funcionamiento del organismo.
El más destacado de la familia de las infusiones a la hora de pensar en la vitamina C, es el té de rosa mosqueta. Proviene del arbusto “Rosa Eglanteria” y es una planta silvestre que crece en zonas templadas de Europa, Sudamérica y Asia.
Tiene unas capsulitas de color rojo llamadas “escaramujos” que se cosechan, se secan durante días y se muelen de manera artesanal para que no pierdan sus propiedades. Posee abundante contenido de antioxidantes, entre los que se encuentra la vitamina C, y también de flavonoides.
Los flavonoides ayudan a combatir los radicales libres que generan el envejecimiento celular. Y, ¿para qué sirve la vitamina C?
Esta vitamina es una de las más requeridas por el organismo. Estimula la producción de colágeno, una proteína que mantiene la elasticidad y firmeza de la piel; colabora en la absorción del hierro y en tener los huesos y cartílagos más fuertes, y refuerza las defensas naturales del organismo, algo clave para prevenir enfermedades comunes del invierno como resfriados y gripes.
Además, el té de rosa mosqueta, por su contenido de fibra y ácidos orgánicos, favorece el sistema digestivo y alivia la inflamación abdominal y la constipación.
Sin dudas, una de las mayores fuentes de vitamina C son los cítricos. Así que cualquier infusión que los tenga en sus preparaciones es muy buena para sumar vitamina C. Algunos de los más elegidos son: el té negro con limón; el agua de limón; el té rojo con canela y naranja y el té verde con naranja.
En el caso de que no se quiera tomar teína o se busque una infusión para luego de la cena y antes de acostarse, se recomienda un té de rooibos con frutos rojos y naranja o un té verde con frutas.
Por último, se recomienda mucho una infusión de cúrcuma y pimienta negra, dos especias antiguas cuya unión afirman que fortalece el sistema inmunológico. La cúrcuma, además, es buena para tratar la inflamación del cuerpo, mejorar la piel y el sistema digestivo. La pimienta negra es rica en piperina, que aumenta las propiedades de la cúrcuma hasta 20 veces.
Hay que poner en una ollita un litro y medio de agua, hervir y apagar. Añadir una cucharada de cúrcuma y 3 granos de pimienta negra triturados, dejarlo reposar de 5 a 15 minutos y endulzar con la miel.