En la esquina de Intendente Aphalo y Misiones, en San Isidro, a pocas cuadras del hipódromo hay un lugar que abre sus puertas a la cultura y al público de todas las edades, de lunes a lunes durante todas las horas de luz natural.

Se trata de la Casita Literaria, una construcción de madera con una capacidad de más de 100 libros para que toda la ciudad pueda pasar a llevarse uno y leerlo, o para colaborar con libros usados para que otros lean. Los chicos del barrio se reúnen ahí para buscar títulos o encontrarse con amigos.

En esa misma esquina vive Mario Erkekdjian, un señor que hoy tiene 80 años y vivió más de 40 en el barrio. Fue quien comenzó el proyecto de “la casita”, como le dicen muchos vecinos, en noviembre del 2021 con un grupo de conocidos. “Yo podía hacerla solo, pero llamé a vecinos para que tenga pertenencia en el barrio” comentó Erkekdjian.

Instagram: @lacasitaliterariaokInstagram: @lacasitaliterariaok

Erkekdjian descubrió la idea en un edificio en Estados Unidos, donde vio algunas mesas llenas de libros y electrodomésticos que los residentes de la torre dejaban cuando ya no les servían, y se llevaban otra cosa. En ese instante a Mario Erkekdjian se le ocurrió traer esa idea al país, pero concentrándose especialmente en los libros y la cultura.

“La filosofía era motivar la lectura y la integración vecinal, porque esto en definitiva termina siendo un punto de encuentro”, cuenta. Hoy en día La Casita cuenta con diferentes talleres como Los Cuenta Cuentos, un grupo de chicas que se conocieron allí y ahora se juntan a leer cuentos para los niños del barrio, y próximamente un grupo de coro y un espacio radial.

Mario Erkekdjian frente a su Casita Literaria, hace pocos años. Mario Erkekdjian frente a su Casita Literaria, hace pocos años.

No hay pautas ni reglas específicas, cada uno se puede llevar y donar los libros que quiera, y no hay obligación de devolverlos. La acción es totalmente libre. “Vos podés llevarte el libro, pero si lo devolvés, le das la posibilidad a otro de leerlo, eso queda en la responsabilidad de la persona”, agrega el vecino. Cada libro que pasó por La Casita, tiene un sello que indica la dirección y el Instagram.

El autor de la propuesta afirma que nunca se quedó sin libros, y actualmente tiene más de cinco mil ediciones en su casa. En 2023 hicieron una donación de libros didácticos dirigida a escuelas del interior del país. Toda esta información se publica en su Instagram: @lacasitaliterariaok, “publicamos las fotos de adónde llevamos los libros, porque el objetivo es que la gente sepa adónde fueron a parar esos libros que donaron” dijo Erkekdjian.

En La Casita Literaria habitan libros de todos los génerosEn La Casita Literaria habitan libros de todos los géneros

Mario Erkekdjian es ingeniero mecánico aunque hoy se dedica al taller de carpintería que tiene en su casa, y al que los vecinos pueden acudir a arreglar casi cualquier cosa que se les haya roto. “Siempre lo mío fue leer libros técnicos, nunca tuve una gran afición por ellos hasta ahora con este proyecto se me abrió un mundo nuevo”.

Él insiste con que la iniciativa debería replicarse en cualquier lugar público, ya sea una plaza, una iglesia o el patio de una casa. “Yo acá en el municipio estoy incentivando que instalen una en cada plaza y barrio marginal” contó Mario Erkekdjian. “No es necesario hacer una casita, si vos vivís en un lugar cerrado, podes hacer tu versión con una mesita, le pones un cartelito que diga: ‘lleve un libro deje otro’, con un lindo mantelito, pones treinta o cincuenta libros o los que quieras, y arrancás. No pidas permiso, pedí perdón si es necesario”.



Fuente Clarin.com

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