Bella Vista, un tesoro escondido en el norte argentino, es el equilibrio perfecto entre la serenidad del río Paraná y la exuberancia de su vegetación. Su paisaje combina barrancas rojizas, selvas espesas y el inconfundible sonido de la naturaleza, convirtiéndolo en una opción ideal para una escapada en Semana Santa.

Ubicada a solo 150 kilómetros de la ciudad de Corrientes, esta localidad ofrece un entorno perfecto para quienes buscan descanso y aventura. Con un clima subtropical cálido, sus playas de arena fina, senderos históricos y una gastronomía auténtica hacen de Bella Vista un destino imperdible.

Las aguas del río Paraná son protagonistas en Bella Vista. En el Balneario Municipal, las playas de arena dorada y la brisa fresca crean el ambiente perfecto para relajarse bajo el sol. Además, la infraestructura del lugar garantiza una estadía cómoda, con servicios como parrillas, sombrillas y espacios recreativos para toda la familia.

Para quienes buscan experiencias al aire libre, el río ofrece la posibilidad de practicar kayak, pesca deportiva y canotaje. Explorar la costa desde el agua permite descubrir la riqueza natural del paisaje y conectarse con la tranquilidad del entorno. La pesca del dorado y otras especies locales atrae a aficionados de distintos puntos del país, consolidando a Bella Vista como un destino clave para esta actividad.

La biodiversidad del área es otro atractivo a destacar. En los alrededores del río y las barrancas, se pueden avistar diversas especies de aves, como garzas, tucanes y cóndores. Para los amantes del ecoturismo, existen senderos que permiten recorrer la selva y descubrir la flora autóctona, con recorridos guiados que brindan información sobre la riqueza natural de la zona.

Caminar por las calles de Bella Vista es viajar en el tiempo. Entre los imperdibles están la Colonia 3 de Abril, el Puerto Viejo y los sitios arqueológicos de Toropí y Punta Cuevas, que revelan la identidad cultural de la región.

La industria calera tuvo un rol fundamental en el desarrollo de la ciudad, y algunas de sus estructuras históricas aún pueden visitarse. Estos sitios permiten comprender la evolución de Bella Vista y su importancia económica en el pasado.

La gastronomía también es parte de la experiencia, con delicias locales como pescados de río, dulces caseros y licores frutales. En restaurantes y ferias gastronómicas se pueden degustar especialidades como el chupín de pescado y los alfajores de maicena rellenos con dulce de naranjas. Además, la Fiesta Nacional de la Naranja es un evento que resalta la producción local y el espíritu festivo de la comunidad, con espectáculos musicales, exposiciones y degustaciones de productos típicos.

El acceso a Bella Vista es sencillo: desde la ciudad de Corrientes, se recorren aproximadamente 150 kilómetros por la Ruta Nacional 12 y la Ruta Provincial 27. También es posible arribar desde otras provincias mediante la conexión con la Ruta 9 o desde Puerto Iguazú, facilitando el viaje desde distintos puntos del país.

Para quienes prefieren el transporte público, hay servicios de ómnibus regulares que conectan la ciudad con distintos destinos cercanos, permitiendo una opción accesible para una escapada.



Fuente Clarin.com

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