En 2024, Luis Fernando Iribarren, conocido como “el carnicero de San Andrés de Giles”, de 59 años, volvió a ser noticia. Ese año, aprovechó una salida de la Unidad Penitenciaria 26, de Olmos, cerca de La Plata, para escapar.
Durante once días, Iribarren fue el “prófugo más buscado del país”. Luego de huir de la cárcel, junto con su perra, viajó en un taxi desde La Plata hasta Florencio Varela. En otro taxi, llegó hasta el Centro porteño.
Desde Buenos Aires, en una camioneta Peugeot 504, Iribarren viajó hasta Santa Fe, donde tuvo que detenerse para arreglar el vehículo. Sin saber que sus llamadas al mecánico y a una casa de repuestos eran rastreadas, llegó a Santiago del Estero donde había alquilado una pieza.
En Santiago del Estero, fue detenido por agentes de la Policía Federal. De nuevo en la cárcel, deberá cumplir prisión perpetua por el asesinato de su madre, su padre, su hermana, su hermano y su tía.
El Carnicero de San Andrés de Giles: conocé la atroz historia del asesino múltiple que conmovió a Argentina
“Los maté porque les tenía bronca”, explicó, con absoluta tranquilidad, las razones por las cuales, en 1986, a los 21 años, tomó una carabina vizcachera calibre 22 y le disparó a su padre, Luis (49), a su madre, Marta Lagevin (42) y a sus hermanos Marcelo (15) y María Cecilia (9). Todos estaban dormidos al recibir los impactos de bala.
Luego de cometer los crímenes, Iribarren enterró los cuerpos en una fosa ubicada a 40 metros de la casa de campo donde vivían, en el paraje Tuyutí, a unos 30 kilómetros de San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires.
El quinto homicidio llegaría en 1995 cuando Iribarren mató a su tía Alcira (63), con un hacha. “La maté para acabar con su dolor”, explicó y aseguró que Alcira tenía cáncer. No llegó a enterrar el cuerpo porque un vecino sintió el olor y llamó a la Policía.
Iribarren, el asesino. Al ser detenido, Iribarren dijo que su tía estaba en un hospital en Buenos Aires para sesiones de quimioterapia. Sin embargo, tras la denuncia de los vecinos la Policía encontró el cuerpo de la mujer, en avanzado estado de descomposición, con dos hachazos en la cabeza.
Entonces, el asesino dijo: “Quería ayudarla a terminar con su sufrimiento y procedí a asfixiarla, pero como no pude, busqué otra forma. Recorrí la casa y encontré el hacha. Le pegué dos golpes en la cabeza”.
Iribarren, El carnicero de Giles.La misma confesión develó los crímenes de 1986, ya que Iribarren agregó: “No tuve el coraje de dispararle a mi tía con el arma porque me acordé de lo que les había hecho a mis padres y a mis hermanos, y no soportaría hacerlo de nuevo”.
Luis Fernando Iribarren, cayó detenido nuevamente cuando escapaba con su perra.De esta manera, tres meses después del asesinato de Alcira, la Policía encontró los cuerpos de sus padres y hermanos, en el campo de San Andrés de Giles. Por aquellos años, Iribarren afirmaba que el resto de su familia se había ido al Paraguay por un problema de deudas.
En 2002, Iribarren fue condenado a cadena perpetua por los cinco crímenes.