En una sociedad enferma de certezas, sentarse dos horas en el cine a ver Cónclave es algo así como abrir una ventana para dejar entrar el aire fresco de la duda. Ese es el gran mérito de la película candidata al Oscar interpretada como los dioses por Ralph Fiennes (el cardenal Lawrence). No será este, sin embargo, el espacio para criticar el polémico thriller donde un grupo de personas sucumben a sus ambiciones y a la erótica del poder, sino para sacar el tema intramuros de la Iglesia y llevarlo a cualquier otro escenario.
Porque el juego entre certezas y dudas que plantea la película está en la política, en las empresas, en las redes sociales y hasta en la ensalada woke que por estos días condimenta el humor social de los argentinos.
La película ventila las intrigas palaciegas del Vaticano en las 72 horas que dura el proceso de selección de un nuevo Papa. Antes de que aparezca el humo blanco sobre los tejados de la Capilla Sixtina se descubrirán los complots y las internas entre las tendencias ultraconservadoras y las liberales. Allí, el cardenal Lawrence, responsable de dirigir el cónclave que elegirá al nuevo pontífice, mostrará sus dudas, arrebatos, alegrías y convicciones. Al abrir la conferencia, dirá que “la certeza es el gran enemigo de la unidad”. Y pedirá que “Dios nos conceda un Papa que dude”.
Sí, el personaje está hablando de la Iglesia Católica, pero su planteamiento es universal, sobre todo en un mundo incierto y a la vez plagado de certezas. Porque solo la duda puede invitar a la reflexión y al diálogo, como lo hacía Sócrates, que preguntaba, cuestionaba y consideraba la duda como el principio de la sabiduría.
Hoy, solo hay que abrir la ventana de X para que entre por allí un “torrente de certezas”, justo en tiempos en que la virtualidad está cargada de fake news y montañas de información imposibles de chequear, con monsergas de todos lados, desde las minorías a las mayorías. De conservadurismos de izquierda y de derecha. Todos con puños llenos de supuestas verdades.
–Esto es una guerra y hay que elegir un bando– le dice un cardenal a otro que trata de impedir que un conservador “paladar negro” llegue al papado.
Lawrence, no obstante, tiene una sola certeza: “La certeza es el enemigo mortal de la tolerancia”, insiste.
Hay otro personaje que duda, ¡y lo bien que hace! Es la monja que interpreta Isabella Rossellini, una observadora silenciosa de todo lo que se cuece en el cónclave. Aparentemente, condenada a callar y servir a los cardenales, pero…
La película de Edward Berger (el de “Sin novedad en el frente”, ganadora del Oscar en 2023) es para sentarse a ver sin prejuicios, sobre todo aquellos que reclaman una interpretación unívoca y arbitraria de la realidad desde la trinchera de la confrontación permanente.