Los nombres de Ellie y Alex, de 26 y 27 años respectivamente, llegaron a los tabloides británicos por un curioso gesto que tuvieron después de casarse en un modesto registro civil del Reino Unido.

Cuando se dio cuenta de que sus planes de boda le costarían cerca de 10.000 dólares, los novios desistieron. Optaron por un plan mucho más económico que surgió en el momento.

Según contó la mujer a What’s the Jam, la pareja avisó a su familia que se casaría, encontró rápidamente a dos testigos y fue al registro civil más cercano. Después, una vez consumado el matrimonio, celebraron comiendo hamburguesas con queso en un McDonald’s.

“No podíamos justificar gastar entre 25.000 y 25.000 dólares en un solo día”, dijo Ellie. “Es ridículo. Yo sólo quería casarme”. La novia, madre de dos hijos, usó un vestido largo y blanco de 300 dólares; Alex, un traje de 200. Sus gastos totales de casamiento no les significaron más de 1.000 dólares.

La plata que ahorraron al tomar esta decisión la usarán para una mini-luna de miel en París y Dubái.

“Pensamos que si no lo hacíamos, nunca lo haríamos, así que nos casamos en el registro civil con mi madre y el hermano de Alex. Después, me moría de hambre, así que fuimos a McDonald’s”, contó la mujer, quien definió el evento como “perfecto”.

“Fue un día increíble. Nos quitó toda la presión de encima. No sentimos que tuviéramos que impresionar a la gente”, agregó.

Después del McDonald’s, los novios sí celebraron un pequeño ágape -de unos 700 dólares- motivados por sus padres en el que apenas hubo una comida informal y un DJ.

Entre los invitados hubo cerca de 20 amigos y el núcleo duro familiar de cada uno. “Una boda es algo increíble para celebrar, pero la gente debería hacerlo como quiera”, finalizó Ellie.



Fuente Clarin.com

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