Esta semana, vecinos y representantes del country Nordelta dieron a conocer un proyecto con el que intentan controlar la población de carpinchos dentro del complejo de barrios privados. Se trata de un plan de vacunación que apunta a moderar el crecimiento de los ejemplares en el partido de Tigre. Según confirmó la Asociación Vecinal Nordelta (AVN), la iniciativa fue aprobada por la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia de Buenos Aires, y cuenta con el apoyo de investigadores del CONICET y de la UBA.
El anuncio generó rápidamente debate e incógnitas en la zona Norte del Conurbano bonaerense. Desde la cuarentena durante la pandemia de coronavirus, la aparición de carpinchos en zonas urbanas impactó de lleno en los habitantes de la región.
A diferencia de otras especies, estos roedores continuaron apareciendo no sólo en humedales y ríos, sino también en patios, piletas y calles de las urbanizaciones privadas. Tanto, que hasta hubo modificaciones en la señalización de tránsito y hasta videos virales en las redes sociales de famosos que viven en Nordelta.

Según difunden desde AVN, la “vacuna tendrá un efecto inmunoesterilizante”, lo que generará en los animales esterilidad temporal. El plan es suministrar dos dosis. “Para esto seleccionarán 250 animales adultos a los cuales se les aplicará el anticonceptivo”, detalla el comunicado que hicieron circular. “La vacunación será ambulatoria, y luego de cada aplicación el animal será liberado en su lugar habitual. La tarea estará a cargo de un grupo de especialistas en fauna silvestre, mientras que el Conicet hará el seguimiento de sus resultados”, agrega. El proyecto será financiado por la misma asociación.
La proliferación de animales en Nordelta modificó la convivencia con los vecinos, así como las posibilidades de obtener alimento y refugio de los carpinchos, y su estado sanitario. También se notificaron daños a las mascotas, casos aislados de ataques a personas y accidentes de tránsito, y el atropellamiento de animales por parte de autos, motos y bicicletas.
Los carpinchos, como toda la fauna nativa, se encuentran protegidos por el Decreto de Ley 10081/83. Es por ello que cualquier acción directa que se realice sobre ellos debe estar avalada por la autoridad de aplicación, en este caso la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia de Buenos Aires. La técnica que proyectan aplicar “está probada en diversas especies silvestres y de cría comercial”, aseguran desde AVN. Está autorizada para su uso tanto en la Argentina como en Estados Unidos, el Reino Unido y otros países.
El anuncio generó fuertes repercusiones. Vecinos activistas y grupos ambientalistas de la provincia se manifestaron en contra de la iniciativa.
Agrupaciones como Carpinchos Nordelta Somos Su Voz y Fauna Tigre En Peligro expresaron su rechazo a la medida mediante redes sociales. “Nunca les crearon zonas para vivir… claro ¿Será más cómodo desaparecerlos?” publicaron ambas en cuentas de Instagram. Esta publicación tuvo más de 40 mil visualizaciones y la mayor parte de sus comentarios son en contra de la iniciativa.
La AVN monitorea el comportamiento de la fauna desde 2015. A través de estas mediciones sistemáticas de actividad de los animales en las costas, en 2019 se comenzaron a notar los primeros signos de aumento de la población de carpinchos. En los últimos años, la tasa de crecimiento de la población se aceleró, y llegó a duplicar la cantidad de especímenes.
El crecimiento de la población de dichos roedores en Nordelta se explica por las más de 500 hectáreas de lagos y espacios verdes disponibles, donde no hay depredadores ni cazadores furtivos, como sí los hay en los espacios abiertos. Esa podría ser la razón por la que no hay un crecimiento similar de la población de estos animales en áreas cercanas a Nordelta. Muchos ecologistas, además, sostienen que la especie habitaba la zona antes que los barrios privados, y por eso se oponen a la erradicación o medidas de control de especie.