El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó en los primeros minutos de este lunes que diez provincias argentinas están regidas por una alerta naranja por ráfagas y tormentas fuertes durante la jornada, después de un domingo donde se registraron fuertes lluvias y vientos en distintas partes del país, generando una notoria baja de la temperatura.

Según el mapa publicado por el SMN a las 00.27 de este lunes, Entre Ríos y Santiago del Estero, así como buena parte de Santa Fe, Tucumán y Salta, y algunos sectores localizados de Córdoba, Catamarca, Chaco, Jujuy y Formosa, están incluidas en esa advertencia.

Allí esperan tormentas “fuertes o localmente severas”, con ráfagas muy intensas que podrán superar los 100 kilómetros por hora, además de la posibilidad de que caiga granizo de diversos tamaños y que exista actividad eléctrica.

Lo más intenso de estos fenómenos se esperaba en horas de la madrugada, aunque hacia el norte podían generarse recién por la mañana, según la previsión del SMN.

Según ese organismo, la alerta naranja indica la probable generación de “fenómenos meteorológicos peligrosos para la sociedad, la vida, los bienes y el medio ambiente”.

Por su parte, la zona metropolitana de Buenos Aires y el norte de la Provincia estaba alcanzada por una alerta amarilla por vientos fuertes del sudoeste para la madrugada, con ráfagas superiores a los 70 km/h.

En una situación similar estaban el sur de Santa Fe y Córdoba, el norte de San Luis, el este de La Rioja, La zona central de Catamarca, Salta y Jujuy, y buena parte de los territorios de Chaco, Corrientes y Formosa.

Después de un domingo caluroso en el que pareció que el verano se negaba a irse, las lluvias y fuertes vientos llegaron a la Ciudad de Buenos Aires y el área metropolitana, y trajeron cierto alivio.

La temperatura, que durante el día superó los 30 grados, con una sensación térmica que llegó a los 33, mostró un descenso cada vez más marcado al perforar el piso de los 30 ya pasadas las 21 y la de los 20, en los primeros momentos de este lunes, luego de nuevos chaparrones.

En ese contexto, la semana comenzará con un clima más otoñal en la Ciudad de Buenos Aires. Para el lunes se prevé una mínima de 14 grados y una máxima de tan solo 21. Se esperan lluvias por la mañana y que luego el día permanezca nublado.

El resto de la semana seguirá con una tónica similar, aunque sin precipitaciones, aunque se espera una baja de las temperaturas mínimas hacia el próximo fin de semana. Es que el viernes por la mañana se prevé una mínima de 9 grados, por lo que los atuendos de invierno, seguramente, de a poco irán ganando la calle.

El mismo panorama se presenta en ciudades de todo el Conurbano, aunque la temperatura más baja pronosticada allí es de 7 grados, también para el viernes.



Fuente Clarin.com

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