El fitness está lleno de números destinados a ayudarnos a ser más veloces y más fuertes. Está el tiempo de correr un kilómetro, la frecuencia cardíaca en reposo y las medidas de fuerza y flexibilidad. Pero quizá el estándar de oro sea el VO2 máximo.

Hace unos años, esta prueba, que mide la cantidad de oxígeno que absorbe el cuerpo, era una herramienta poco conocida que utilizaban sobre todo los atletas de élite.

Hoy en día, profesionales del fitness y expertos en bienestar como Peter Attia la promocionan como una medida útil para todos los deportistas.

Pero para obtener una cifra exacta es necesario realizar una evaluación de laboratorio costosa y agotadora. Y las estimaciones proporcionadas por los dispositivos portátiles pueden no decir mucho. Así que, ¿hasta qué punto es útil invertir tiempo y dinero en una evaluación completa y cuán importante es conocer el VO2 máximo?

Según Kate Baird, fisióloga clínica del ejercicio y coordinadora de los servicios de carrera y metabolismo del Hospital for Special Surgery de Nueva York, para las personas que desean gozar de buena salud y vivir mucho tiempo, esta medición es “el mejor dato empírico que tenemos sobre salud y longevidad”.

Según ella, la clave está en actuar en función de lo que nos digan los datos.

¿Qué es el VO2 máximo?

“El VO2 máximo es una cifra de dos dígitos que expresa la eficacia con la que el organismo metaboliza el oxígeno. La medida en sí son los mililitros de oxígeno consumidos en un minuto por kilogramo de peso corporal.

A medida que hace ejercicio, su cuerpo necesita cada vez más oxígeno. Cuanto más pueda consumir eficazmente, más energía tendrán sus músculos, lo que aumentará el tiempo y la intensidad del ejercicio. En términos generales, alguien con un VO2 máx. más alto podrá mantener una carrera o una actividad aeróbica a un ritmo determinado durante más tiempo que alguien con un VO2 máx. más bajo.

Espiroergometría. Foto Shutterstock.Espiroergometría. Foto Shutterstock.

La prueba hace que los participantes se ejerciten hasta el agotamiento para medir ese umbral, midiendo esencialmente el tamaño del motor aeróbico interno de alguien.

La mayoría de las pruebas de VO2 máximo se realizan con un profesional médico en un laboratorio, con una máscara especializada que mide las cantidades de oxígeno y dióxido de carbono que se inhalan y exhalan. A continuación, los participantes se ejercitan con el objetivo de alcanzar la capacidad aeróbica máxima, o el punto de agotamiento completo.

La misma puntuación puede considerarse alta para una persona y baja para otra, dependiendo de su genética, sexo, edad y composición corporal.

La prueba es difícil, lo que puede desanimar a quienes no quieren llegar a sus límites, y cuesta unos cientos de dólares, que no suelen cubrir los seguros.

¿Qué dice sobre la longevidad y el rendimiento?

Los estudios han demostrado que una puntuación más alta es un fuerte predictor de una vida más larga.

Tu VO2 máximo puede disminuir alrededor de un 10% por década a partir de los 25 años, pero es posible aumentarlo o mantenerlo con actividad.

Un estudio realizado en 2021 con 2.000 hombres y mujeres de mediana edad descubrió que pequeñas cantidades de actividad podían mejorar el VO2 máximo. Cuanto mayor es el esfuerzo, mayor es el beneficio; la actividad física de moderada a intensa aumenta esa cifra de forma aún más espectacular.

Según Baird, un análisis anual del VO2 máximo puede mostrar si se está enlenteciendo el declive. Para los deportistas serios, el descanso y la alimentación adecuados también son clave para mantener o mejorar su puntuación.

Espiroergometría. Foto Shutterstock.Espiroergometría. Foto Shutterstock.

Según Luke Greenberg, fisioterapeuta y cofundador de MotivNY, un estudio de fisioterapia y entrenamiento, medir el VO2 máximo antes y después de unos meses de entrenamiento puede revelar si se está entrenando demasiado o si se está alimentando adecuadamente durante los entrenamientos, entre otras cosas.

No todo el mundo puede permitirse invertir su tiempo y unos cientos de dólares en una prueba de laboratorio. Como resultado, decenas de wearables (dipositivos vestibles) ingresaron recientemente en el mercado afirmando medir el VO2 máximo con algoritmos que utilizan datos de frecuencia cardíaca y GPS para extrapolar el valor.

A algunos les preocupa que esas estimaciones no sean exactas, pero es difícil evaluar su precisión porque los algoritmos no se publican, según Dimitris Spathis, investigador de la Universidad de Cambridge.

En 2022, Spathis fue coautor de un estudio en el que los investigadores desarrollaron un modelo para predecir mejor el VO2 máximo utilizando datos de 11.000 participantes. Spathis confía en que la mayoría de los atletas puedan algún día confiar en los wearables en lugar de pagar por las pruebas.

Si no tenés tiempo o ganas de someterte a una prueba de laboratorio o utilizar un dispositivo portátil, Baird aconseja buscar otras formas de establecer objetivos para mejorar tu forma física. Es muy probable que una prueba de VO2 máximo te proporcione información que ya conocés.

“El mejor indicador del rendimiento es el propio rendimiento”, afirma. Si te gusta correr, marcate un objetivo de tiempo o distancia. Si sos más sedentario y querés hacer más ejercicio, empezá a moverte de una forma que te resulte tolerable y segura, empezando por una caminata de tan sólo 10 o 15 minutos.

Y, sobre todo, paciencia.

“Cada persona va a responder de forma diferente al entrenamiento en función de sus genes y otros factores de su estilo de vida”, afirma Baird. “Pueden pasar años hasta que tu cuerpo se mueva en la dirección que deseás”.

​Traducción: Patricia Sar

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