Lo primero que debe hacer es un viaje a Mercado, la Plaza del Mercado, con vistas al puerto. Aquí nunca faltan puestos: hay artesanía local con los inevitables souvenirs y artesanía en madera y dónde se puede hacer. comida callejera con especialidades finlandesas. Detrás de la plaza del mercado hay Torre del Senado, la plaza del Senado, parada obligada y donde durante todo el mes de diciembre se celebra el evocador mercado navideño detrás de la Catedral Luterana, imponente y austera. Subes las imponentes escaleras de la plaza, una forma de calentarte y quemar calorías, quizás incluso corriendo como Rocky Balboa. Sólo unos minutos a pie para visitar. Kiasmael Museo de Arte Contemporáneo de Helsinki con lo mejor del arte contemporáneo finlandés y del norte de Europa y con espacios recreativos interiores que los finlandeses aprecian mucho. Aún así, si lo tuyo es el arte contemporáneo, vale la pena visitarlo. Helsinki Contemporáneo un espacio privado, que se puede visitar con cita previa, que representa a algunos de los artistas más prometedores de la escena escandinava.
Comer y beber no será un problema. Si quieres probar la gastronomía local no tendrás dificultad para encontrar restaurantes de buena calidad. Justo en el centro Torre del Senado comimos en el restaurante tipico sitio de registro, quizás un poco turístico, pero con un ambiente sincero y divertido, que también ofrece carne de oso y donde recomendamos tomar el asado de reno. Paseando por los locales y hablando con los restauradores se puede entender que aquí se preocupan mucho por respetar las tradiciones y la estacionalidad de la comida, especialmente en los numerosos restaurantes que hacen de la investigación su seña distintiva. Uno de ellos, que probamos, es el pequeño y acogedor restaurante. Cobertizo, dirigido por chicos jóvenes y apasionados. No hay papel, sólo la pizarra donde están marcados dos tipos de menú, seis platos por 80€ u ocho platos por 92€. Aquí, todas las materias primas proceden de proveedores locales lo más cercanos posible a Helsinki, y el culto a la estacionalidad y la búsqueda de materias primas es casi obsesivo, con la excepción positiva, dando como resultado platos originales y equilibrados. De una experiencia estrellada. Mismo cuidado y originalidad que encontramos en el restaurante. Cero, un restaurante donde la comida de calidad y el desarrollo sostenible van de la mano, para demostrar que es posible preparar comida sabrosa y creativa basada en los valores del desarrollo sostenible y la economía circular, sin producir residuos. También aquí el personal es joven y amable, el ambiente es muy relajado y el menú degustación (56 €) es realmente un descubrimiento de sabor sorprendente.
2. El viaje a Turku y el paseo hasta Ruissalo
A poco menos de dos horas en tren desde Helsinki, el extremo suroeste de Finlandia, se encuentra la ciudad de Turku, la primera parada de nuestro viaje “fuera de la ciudad”. La estación es Kuppitaa, y a poca distancia llegas al centro de la ciudad más antigua de Finlandia. Además de ofrecer una vibrante escena urbana llena de arte y cultura, Turku también es un destino de visita obligada para los amantes de la comida, con algunos de los mejores restaurantes del país. Y luego está el castillo medieval, uno de los castillos más grandes y mejor conservados de Finlandia, con un aire decadente y misterioso.