El gobierno de Venezuela rechazó este miércoles que Estados Unidos interceda por los implicados en “operaciones terroristas frustradas” en el país caribeño, luego de que Washington expresara su preocupación por las recientes detenciones de más de una treintena de personas supuestamente involucradas en estos planes. “No sorprende que Washington abogue a favor de los artífices de las operaciones terroristas frustradas en Venezuela y que incluso les brinde su posicionamiento cómplice”, expresó Caracas en un comunicado.

El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, informó este miércoles de la expulsión de un total de 33 militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) “implicados en conspiraciones” contra el gobierno, que incluían el asesinato del presidente Nicolás Maduro. Padrino explicó que estos militares, cuyos nombres, rangos y números de identificación están especificados en el documento, estuvieron “implicados en conspiraciones mediante la planificación de acciones criminales y terroristas para atentar contra el sistema de gobierno legítimamente constituido”.

Estados Unidos dijo este martes que las detenciones “sin el debido proceso van en contra del espíritu del acuerdo de hoja de ruta electoral” firmado en octubre por el chavismo y la oposición. El gobierno venezolano respondió que este pronunciamiento es “cínico” y advirtió: “Por un lado, el gobierno estadounidense pretende condenar a Venezuela por tomar acciones en el marco de la Constitución y las leyes para preservar la paz, mientras que, por el otro, arresta a manifestantes verdaderamente pacíficos contra el genocidio en Gaza”. 

A juicio de Venezuela, defender estas “acciones desestabilizadoras fomenta la violencia y atenta contra el normal desarrollo del proceso electoral de 2024”, para cuando están previstas las presidenciales, todavía sin una fecha definida. El gobierno de Joe Biden dijo que vigilará de cerca el cumplimiento de los compromisos del Ejecutivo venezolano, con el que sostiene negociaciones bilaterales, para facilitar unas elecciones limpias.





Fuente-Página/12