Las organizaciones sociales que integran Unidad Piquetera y las agrupaciones del Frente de Izquierda Unidad (FIT-U) encabezaron una movilización a Plaza de Mayo “para enfrentar a los ajustadores del Gobierno, del Fondo y a la derecha que amenaza con derribar todos los derechos de los trabajadores”. Las organizaciones que se sumaron a la convocatoria manifestaron su desacuerdo con los recientes anuncios del Gobierno y reclamaron medidas que impacten en los sectores más desfavorecidos, pero también demostraron músculo en la calle para enfrentar una posible gestión de la derecha a partir de diciembre. Hubo, además, presencia de movimientos ambientalistas, sindicales y una delegación de la Tendencia Internacionalista Revolucionaria (TIR) de Italia. La manifestación se replicó en ciudades como Mendoza, Trelew, Jujuy, Neuquén, Mar del Plata, Rosario y Tucumán, en el marco de una jornada nacional de lucha.

“Hay
que prepararse para lo que viene. Con una derecha que avanza y amenaza con una
quita de derechos, es muy importante estar en la calle, como es importante también
enfrentar el ajuste de este Gobierno, movilizados y organizados”, sostuvo la candidata presidencial del FIT-U, Myriam Bregman, minutos antes de iniciar la marcha. Un heterogéneo conjunto de dirigentes de distintas fuerzas de izquierda que no siempre confluyen completaba la columna principal, que marchó desde 9 de Julio y Avenida de Mayo. Por nombrar solo algunos, estaban Nicolás Del Caño, Alejandro Vilca y Christian Castillo del PTS; Alejandro Bodart, Celeste Fierro y Vilma Ripoll del MST; Vanina Biasi -candidata a jefa de gobierno porteño del FIT-U-, Néstor Pitrola y Gabriel Solano del PO; y referentes del Nuevo MAS como Manuela Castañeira. Por delante de ellos, encabezaban la movilización referentes de Unidad Piquetera como Eduardo Belliboni y Silvia Saravia.

La manifestación aunó una serie de reclamos también heterogénea. Junto al rechazo al “ajuste de Massa y el FMI”, el reclamo por un salario mínimo igual a la canasta básica de 350 mil pesos y la preocupación por el avance de discursos de extrema derecha, se escucharon reclamos ambientalistas contra la explotación petrolera en las costas del mar argentino y también estuvo presente la voz de los comuneros del Tercer Malón de la Paz, que continúan exigiendo un freno a la reforma constitucional en Jujuy, impuesta por Gerardo Morales. “No pertenecemos a ningún partido político, sino que el pueblo jujeño está en lucha y sabe lo que quiere”, afirmaron. 

Por su lado, la columna que marchó desde Belgrano y 9 de Julio concentró a referentes de centros de estudiantes, organizaciones de derechos humanos y del “sindicalismo combativo”: Ademys, AGD-UBA, Cicop, Unión Ferroviaria Haedo y Madygraf, entre otras.

Una vez en Plaza de Mayo, se leyó un documento consensuado entre las organizaciones. Llamamos a luchar contra el ajuste que destruye los salarios, jubilaciones y los presupuestos de salud y educación, y que convierte en papel mojado la defensa de esas conquistas para millones de trabajadores precarizados y desocupados”, sostuvieron y aseguraron: “Tenemos la fuerza, la clase trabajadora en unidad junto al pueblo, somos la mayoría de la población y los que producimos todas las riquezas y garantizamos todos los servicios.

Desde Unidad Piquetera volvieron a exigirle al Ministerio de Desarrollo Social el cumplimiento del cronograma de entregas de alimentos para los comedores populares y aseguraron que “falta de todo”. “En algunos solo llegan semillas de girasol. No sabemos cuál es la especulación de la ministra para desatender los reclamos que venimos haciendo, pero mucha gente ha votado con bronca porque no les llega la comida“, aseguró Belliboni a Página/12. De cara a la reunión prevista para este viernes con funcionarios de la cartera que conduce Victoria Tolosa Paz, el dirigente piquetero pidió “atender los temas urgentes”. Para Belliboni, la convocatoria de agrupaciones de izquierda fue “muy importante”, pero “tenemos que sumar todavía más fuerzas. Hay una realidad en la Argentina que nos obliga a discutir la unidad de acción más grande posible, con todos los que estén dispuestos a luchar contra el ajuste del Fondo que el Gobierno aplica y contra la posibilidad de una ofensiva ultraderechista y reaccionaria de Milei y Bullrich, una derecha agazapada que está al acecho de los derechos de los trabajadores. Desde su perspectiva, es la gestión del gobierno la que permite el avance de alternativas de derecha, debido al descontento popular.

Para las organizaciones de izquierda, el auge de la derecha es un fenómeno extendido globalmente y, por lo tanto, la lucha debe ser también global. Durante la manifestación presente una delegación del TIR, la fuerza de izquierda italiana que dirige la Confederación de Comités de Base y el movimiento de desocupados 7 de noviembre, cuyos referentes visitan Argentina para participar de actividades con el PO. Venimos a rechazar las dos principales guerras que hay en este momento en el mundo: la de Rusia y Ucrania, y la que el capital está
haciendo en todos los países. Esta es una demostración evidente de cómo enfrentar este sistema. Solo hay una guerra posible: la de los pobres, los trabajadores y desocupados contra el sistema que impone el capital”, aseguró Tiziano Loreti, uno de sus dirigentes.

Informe: Diego Castro Romero.



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