Desde Santiago
La lluvia cayó intensamente en las primeras horas de la mañana y se retiró a eso de las diez. La hora coincidió con el acto de conmemoración de los 50 años del golpe de Estado contra Salvador Allende en la Plaza de la Constitución. Desde un escenario montado frente a La Moneda, el presidente Gabriel Boric, llamó a no relativizar el golpe y criticó a quienes insisten en que no había otra opción. “Por supuesto que había otra alternativa y el día de mañana, cuando vivamos otra crisis, siempre va a haber otra alternativa que implique más democracia y no menos”, dijo levantando la voz. Ningún partido de derecha quiso participar de la ceremonia de hoy.
El acto comenzó con Gaby Rivera Sánchez, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Chile, bailando sola una cueca, como símbolo de la ausencia de un compañero. Luego, Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, fue llamada al escenario como primera oradora. El público la recibió de pie.”¿Vieron que salió el sol?. Es un signo de que alguien nos acompaña” dijo, y la interrumpieron los aplausos. Continuó: “Porque a aquellos que dieron la vida por su patria, les quitaron la vida. Estamos acompañándonos en esta larga lucha que hemos tenido los países en América latina. Por eso, hay palabras que son eternas: Memoria, Verdad y Justicia”.
“Justicia, verdad, no a la impunidad”, cantaban en la tribuna.
Iván Córdoba asentía, emocionado. “El día 11 de septiembre de 1973 yo tenía seis años y desde el balcón de nuestro departamento pudimos ver el bombardeo a La Moneda. Mis papás y mis hermanos habían vivido todo el proceso de la Unidad Popular. Cuando Allende llegó a la Moneda en el 70 fue una esperanza muy grande. Chile era un país muy pobre, acá mismo, a cuadras de la Moneda, andaban niños a pie pelado (descalzos). Vengo acá porque soy un niño de seis años que el día 11 de septiembre los militares allanaron nuestro departamento”.
A las 11.50 de la mañana, la hora de inicio del bombardeo al palacio presidencial, se hizo un minuto de silencio. Enseguida, la senadora socialista Isabel Allende, hija del expresidente, tomó la palabra y con la voz quebrada, recordó el martes 11 de septiembre de 1973. “Me tocó ser la última persona del entorno de mi padre que estuvo con él. Yo había decidido después del tanquetazo, que si había otro golpe de Estado iría a La Moneda para apoyarlo. No olvido su último abrazo, su amor infinito”.
La senadora socialista agradeció el memorial instalado en la histórica calle Morandé 80 en honor a su padre, que indica la puerta que él usaba en La Moneda. Cuando las autoridades de la dictadura reconstruyeron el palacio, no incluyeron la puerta.
Isabel Allende criticó a la oposición por intentar invertir las responsabilidades de lo ocurrido hace 50 años. “Los verdaderos responsables son quienes quebraron la institucionalidad, bombardearon este palacio y asesinaron a miles de chilenos”.
El acto no contó con la presencia de políticos de la derecha. Días atrás la oposición ya había rechazado firmar el compromiso por la democracia impulsado por Boric.
Antes de tomar la palabra, el presidente de izquierda compartió con los asistentes un video con un mensaje de su par argentino, Alberto Fernández, quien se excusó por los problemas de agenda que le impidieron participar del acto y afirmó que, el día del golpe de Estado, fue también el día donde “la tragedia empezó en Chile”.
Boric habló ante familiares de víctimas de la dictadura y los presidentes de Bolivia, Luis Arce; México, Andrés Manuel López Obrador; Colombia, Gustavo Petro y Uruguay, Luis Lacalle Pou. Además, estuvieron los exmandatarios chilenos Ricardo Lagos y Michelle Bachelet; el exjuez español Baltasar Garzón y los expresidentes José Mujica y Ernesto Samper.
Con voz firme, el joven mandatario chileno recordó la importancia de este aniversario. “Con una sonrisa imborrable de Estela, con la emoción inconmensurable de Isabel, conmemoramos una tragedia dolorosa que sin duda es un punto de inflexión en nuestra historia, que trajo muerte, sufrimiento y persecución y pobreza”.
Boric reiteró su llamado a no relativizar el golpe y criticó a quienes insisten en que no había otra alternativa: “Por supuesto que había otra alternativa”. Sus palabras sonaron como una alusión al comunicado que emitió horas antes del acto la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido con pinochetistas nostálgicos, donde afirmó que la asonada fue “algo inevitable” debido al supuesto “quebrantamiento de la democracia” ejecutado por el gobierno de Allende.
Al escuchar a Boric, Ernesto Samper, expresidente de Colombia y coordinador del Grupo de Puebla advirtió ante este diario. “Lo que veo en Chile es que Allende sigue vivo pero está resucitando Pinochet. Hay una arremetida de la derecha muy agresiva, los poderes fácticos, que están creando las condiciones para desgastar al gobierno. Son grupos económicos, medios, ruidos de sables, desconfianza en la economía y hay desconfianza en los sectores progresistas”.
La diputada Karol Cariola alertó sobre el relativismo histórico en Chile. Hay posiciones que han intentado negar la historia, buscando retroceder a posiciones que habíamos construido como sociedad. La ultraderecha reivindica el golpe de Estado. Kast durante mucho tiempo ha visitado a los reos de Punta Peuco, condenados por violaciones a los derechos humanos. Es peligroso y doloroso porque pone en peligro las garantías de no repetición.”
La legisladora comunista agregó: “Chile vive los 50 años del golpe con un manto de impunidad. Murió el dictador sin haber sido juzgado, está aquí Baltasar Garzón, que es el único que le dio un poco de justicia al pueblo de Chile por haber detenido al dictador en Londres”.
Boric destacó el compromiso que mostraron los exmandatarios chilenos. “Valoro que hayamos firmado el manifiesto ´Por la democracia, siempre´ con Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera”.
“Asesino”, gritaron desde el público al escuchar el nombre del antecesor de Boric.
El actual presidente remarcó lo que se avanzó en gobiernos anteriores en materia de detenidos desaparecidos, con los informes Rettig y Valech y aseguró que su gobierno pretende dejar como legado el Plan Nacional de Búsqueda Verdad y Justicia,.
A metros del acto, junto a la estatua de Allende se formó una larga fila para depositar flores y sacarse fotos. Tras depositar un clavel rojo, Héctor Nilo, de 76 años declaró: “tengo el compromiso moral de saludar a Salvador Allende, nuestro presidente traicionado. Todos los 11 de septiembre saludo al gran presidente de Chile”.