Mauricio Kartun dice sin vueltas lo que muchos sienten por estos días: “Estamos frente a un peligro nacional como recuerdo haber vivido muy pocos en mi vida”. En los últimos días, de cara al balotaje, se difundieron distintas cartas públicas de referentes de la cultura y del ámbito intelectual que llaman a votar a Sergio Massa. La convocatoria a una “Caminata por la Democracia” va más allá del pronunciamiento y busca -en palabras de su organizador, Juano Villafañe- “ponerle el cuerpo” al avance del “fascismo”. Será este sábado. Convocan, también, Víctor Laplace, Pompeyo Audivert, Santiago Doria, Patricia Palmer, Luisa Kuliok, Raúl Rizzo, Fernán Mirás, Alejandra Darín, Ricardo Forster, Enrique Stola, Nora Lafón, Juan Subirá, La Bersuit y Ariel Prat, entre otros.

“Nos olvidamos a veces de que la historia de los pueblos, entre otras, es la historia de sus conquistas sociales, sus peleas por el mejor vivir. Esa búsqueda vital y humana del buen vivir como sentido, como meta. Vivir un cacho mejor porque laburo ocho horas en cambio de 12, porque estoy protegido frente a que me rajen, porque el esfuerzo tiene un horizonte jubilatorio, porque mi salud y la de la familia están atendidas y porque un servicio público de educación nos ofrece todas las herramientas que hagan falta para alcanzar las metas en el oficio que cada uno haya elegido”, analiza Kartun, en diálogo con Página/12.

El autor de Salvajada alerta: “La posibilidad de que La Libertad Avanza llegue al gobierno arranca a tirones uno por uno a esos logros, los manda “Afuera”, por tomar uno de sus eslogan de campaña. En nombre de un fanatismo monetarista Milei arrasaría con, al menos, 100 años de esos logros. Es, por otro lado, la apertura hacia un modelo de país que da ganas de llorar, periférico, exportador primario, explotador de recursos naturales con bajo o ningún valor agregado. Y con la privatización de esos recursos, claro: la pérdida de la autonomía sobre el petróleo, el litio, el agua. Milei es el desastre. Y lo más grave es que está tan trastornado que es capaz de algo así”.

(La caminata) es un llamado a la población a votar a Massa. Con total firmeza respaldamos su candidatura”, dice Villafañe, director artístico del Centro Cultural de la Cooperación (CCC), espacio que motorizó el encuentro. Será a las 19 en Corrientes y Callao -la esquina del bar La Ópera-. La caminata avanzará hacia el Obelisco, con pancartas y megáfono, y habrá números artísticos. Se repartirán volantes en respaldo a la fórmula de UxP. El lunes el CCC (Corrientes 1543) será además sede de la charla “Medios y política ante el desafío electoral”, con la participación de Eduardo Aliverti; Pablo Caruso; y la presidenta del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, Florencia Saintout; con moderación de Juan Carlos Junio, director de la institución.

La “Caminata” tiene un antecedente. El domingo 24 de septiembre referentes del teatro, el cine, la danza, la música y las artes visuales salieron a la calle con la consigna de “Más cultura”. La jornada estuvo centrada en advertir las amenazas que implicaría un triunfo presidencial de Milei para el ámbito cultural. Se apuntaba a defender lo conquistado y revisar lo pendiente. Ahora el escenario es otro. El peligro está más cerca. Aparte de llamar a votar a Massa, los artistas e intelectuales ampliaron sus consignas, trascendiendo la esfera cultural sin dejarla de lado. “¡Más democracia! No al autoritarismo. Sí a la Justicia Social. No a la venta de órganos, sí a la vida. Frente al vaucher educativo, más y mejor educación pública. Por la soberanía científica y tecnológica”, dice el comunicado de anuncio del nuevo encuentro. También defiende la salud pública.

Los firmantes advierten sobre la “estafa económica y política” que implica la candidatura de Milei, respaldada por Macri. El texto alude, asimismo, al riesgo de la quita de subsidios al transporte público y las “falsedades sobre la dolarización”. “Construiremos la Argentina que soñamos en base a los logros colectivos (…). Nuestra esperanza es que la democracia política sea también económica. Que los derechos sociales fundamentales tengan la misma vigencia que el derecho al voto. Necesitamos más democracia, no menos democracia. Necesitamos expandirla. Construir una democracia vibrante”, expresan. Y concluyen: “Cuando algo no funciona bien la solución no es su destrucción, es la reparación. Cuando hay líderes que celebran la explosión de una bomba o la política como motosierra nosotros nos unimos más que nunca para defender la vida y la democracia, la paz y la convivencia plural”. En síntesis: la ultraderecha viene a “derrumbar las bases de nuestra democracia”.

Entre las figuras convocantes están también Ana Celentano, Nito Artaza, Eduardo Calvo, Alejandro Vaccaro, Alejandro Grimson y Manuel Santos Iñurrieta, y funcionarios como el ministro de Cultura, Tristán Bauer; la secretaria de Desarrollo Cultural, Lucrecia Cardoso; y la subsecretaria de Políticas Culturales de la provincia de Buenos Aires, la actriz Victoria Onetto.

Alejandro Dolina cuenta a este diario cómo se gestó la “Caminata”. Fue el domingo, en una reunión en el CCC. La mayoría de los participantes provienen del ámbito del teatro. “Se decidió interpelar a la gente que ama a sus artistas, para que se pudiera juntar con ellos en esta convocatoria. Es una forma de conexión y pronunciamiento en un momento político tan especial”, resume el escritor y conductor de La venganza será terrible. Vive este momento con “ansiedad, angustia, tristeza”. Reconoce que gran parte de la población “está enojada y cree que la democracia no sirve”. No tiene, para él, razón; sí “razones”: “Es un pensamiento que ha sido abonado por gobiernos que no han sabido dar respuestas adecuadas”.

No podrá estar el sábado porque tiene una función en Rosario, pero asistió a la reunión en el CCC y viene agitando la invitación. “Puede ser que haya gente que no tenga tan decidida la cosa, que no esté tan enterada, no haya prestado atención a lo que sucede, esté un poco distraída, entonces uno puede acercarle unas opiniones, unas ideas. Puede ser eficaz, muy eficaz, poco eficaz. No lo podemos mensurar”, responde cuando se le pregunta si entre los objetivos de la movilización y el “océano” de comunicados se encuentra el hecho de hablarle al que no vota a Massa. Y añade: “Hay gente cuyo voto no tiene historia, entonces se encuentra como quien ve una vidriera y tiene que elegir algún artículo. A esa gente se le puede hablar. No se trata de manipularla sino de contarle cómo uno cree que son las cosas”.

El psiquiatra Enrique Stola suma su perspectiva: “En España ya tenemos la ligazón, en varias comunidades, de la ultraderecha y la derecha, y lo que se está viendo es la pérdida de derechos. Hay ataques fascistas contra grupos feministas, antirracistas, etcétera. Es lo menos que podemos esperar acá si gana Milei. Es un fascista. No puedo hablar de un diagnóstico psiquiátrico porque me inhibe la ética -tendría que tenerlo en el consultorio-, pero todos sabemos del nivel de inestabilidad de este personaje, dispuesto a ser esclavo de su hermana y de Macri”.

En este contexto, el rol de la cultura no es otro que “el de siempre”, según Kartun, quien concluye con una bella definición: “Es como un alambique, un techo de vidrio en el que se condensa el vapor de las sociedades, sus efluvios, digamos. La cultura les devuelve esa otra condición de densidad, los vuelve gota y los deja caer, los hace visibles, audibles. Sin una cultura que condense -cultura en el sentido más amplio del término- viviríamos en neblina constante“. La del sábado es una apuesta para salir por un rato de la neblina. 



Fuente Pagina12