El arte y la memoria son dos áreas que movilizan a Nicolás Cesare, actor, director, técnico en gestión cultural e integrante de la mesa de trabajo del exPozo de Banfield, entre otras cosas. Es el creador de “Memoria Conurbana: 40 años de Democracia”, un ciclo de teatro que se realiza en espacios de la memoria del conurbano sur. “La memoria es un músculo y más en estos tiempos necesita de ejercicio y fomento permanente, por lo que ocurrió en las elecciones y lo que está ocurriendo a nivel país”, dice a Página/12.
El proyecto resultó seleccionado en el programa “Gestionar Futuro”, del Ministerio de
Cultura de la Nación, y se desarrolla en alianza con las secretarías de Cultura y Derechos Humanos de los municipios implicados. Formalmente lo impulsa la asociación civil Neosurco, integrada por artistas de la región.
Cuatro obras con temáticas vinculadas a la memoria y los derechos humanos serán montadas en tres excentros clandestinos: el Pozo de Banfield (Siciliano y Vernet) en septiembre, el Pozo de Quilmes (Garibaldi 650) en octubre, y el Infierno, de Avellaneda (12 de octubre 234) en noviembre. Los espectáculos son El señor Galíndez, de Eduardo Pavlovsky, realizado por el Grupo Sin Testigos, con dirección de Marcelo Sánchez y Cesare; Inferno: casi todo. Ceremonia teatral en tiempos de memoria, de Daniel Mancuso, quien también actúa, con dirección de Sergio Lobo; Desde el Pozo: un relato en la oscuridad, de Cesare; y Malvones (pujar en cautiverio), de Rocío Córdoba, con dirección de Carla Bianca. El telón se abrió el domingo pasado, en el exPozo de Banfield, con El señor Galíndez. Allí las funciones continuarán todos los domingos del mes a las 19, en el orden mencionado.
Acompaña la intención de fomentar la memoria –“ante el imperante discurso negacionista”, según se lee en los fundamentos de la iniciativa– el eje del anclaje territorial. “Hay gente que pasa por la puerta de estos lugares y no sabe qué es lo que ocurrió ahí. Se da la dicotomía de estar bombardeados por los nuevos medios y tecnologías de todo tipo, pero pasa eso. Lo importante es que el barrio se apropie del lugar, lo sienta, lo haga bandera“, dice Cesare, quien junto a Daniel Prassel conduce el programa radial De memoria somos, en Radio de Cultura Lomas. Prassel fue quien lo “asesoró” en lo vinculado a derechos humanos del proyecto.
“Los próximos cinco, 10 años, no van a estar las Madres y Abuelas. En adelante los organismos de derechos humanos y quienes hacemos arte tenemos que trabajar para que la memoria se mantenga viva, sobre todo para las nuevas generaciones. Hoy es fácil llevarnos puestos: se vio claro en las PASO, con pibes, adolescentes, votando a Milei. Tenemos que seguir mostrando que esto no puede ocurrir nunca más”, expresa el director, quien fundó en 1998 el teatro independiente El Refugio, ubicado en Banfield, sobre la calle Maipú. A los 15 años cayó preso con Walter Bulacio, episodio que –analiza ahora– influyó en sus ganas de meterse con estos temas. Añade: “No me interesa que se acerque nada más el militante peronista o de izquierda para ver algo que ya sabe. Lo interesante es que se acerque alguien de cualquier edad, y que pueda sentir hasta los gritos pegados en las paredes“.
En la programación hay dos obras dirigidas por él. Una es el clásico de Pavlovsky, con el final modificado. El señor Galíndez muestra el mundo interior de dos hombres que aparentan ser comunes y corrientes pero que son engranajes necesarios –descartables, también– de la maquinaria del terrorismo de Estado.
“Con Marcelo Sánchez, uno de los actores, la estrenamos hace más de 20 años. Buscamos dos personas más para el nuevo elenco con el que estamos ahora. En marzo la hicimos en el patio del Pozo. Fue una primera aproximación a lo que es el ciclo“, recuerda Cesare. “Pusimos un par de luces, hacía mucho frío, la gente quedó estoica, sentadita. Eran más de 50 personas. Recuerdo las caras, las lágrimas, los abrazos posteriores. Verdaderamente me tembló todo el cuerpo. El silencio sepulcral que hay en el espacio, la oscuridad absoluta que hace que no veas a dos metros si no estás iluminando hicieron que me temblaran las gambas, me cayeran las lágrimas”, suma. Para él, el exPozo, donde se realizan gran cantidad de actividades, debería ser una suerte de “Esma barrial”, un “polo cultural y social dedicado al arte y la memoria”.
Desde el Pozo: un relato en la oscuridad es un trabajo experimental desarrollado en completa oscuridad, basado en la declaración testimonial de Pablo Díaz, sobreviviente de la Noche de los Lápices. El relato grabado combina voces, música y sonidos. “Es como teatro ciego. A la gente se le ofrecen vendas como para que todo suceda en su imaginación. Es un laburo que genera estados y cambios muy interesantes. Es la primera vez que lo hacemos en un espacio de memoria”, precisa el director.
“Un día lo secuestran. Entre ensoñaciones y vigilias, el pibe relata su tránsito incierto en ese no lugar de la dictadura, mientras intenta sobrevivir en medio del horror que retumba allá afuera. El pibe no se entrega, resiste, y busca cómo pintar, con qué colores, la vida que vence al desamparo. Es un desaparecido que emerge desde el fondo de la tragedia”, es la sinopsis de Inferno. Finalmente, Malvones. Pujar en cautiverio es una metáfora del horror, centrada en dos mujeres que viven en un lugar con aspecto de vivero, en una realidad paralela que las ampara. Conversan sobre las maravillas de la naturaleza, el afuera que las espera, el cuidado de las plantas y otros temas. Esta realidad paralela las resguarda de la verdadera: ser dos mujeres en cautiverio que pronto serán torturadas, una de ellas a punto de parir.
Los hechos que ocurrieron en los tres espacios por donde transitarán las obras están siendo revisados en el juicio conocido como “Brigadas”. Funcionaron como brigadas de investigaciones de la Policía Bonaerense e integraron el circuito Camps. Las funciones serán en los patios no solamente por un tema de dimensiones, sino también porque “como los tres lugares están en juicio, hay cosas que no se pueden tocar, y espacios a los que todavía no se puede acceder”. Para asistir a los espectáculos no hace falta hacer reserva previa.