El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, estimó desde Tel Aviv que no sería “correcto” que Israel ocupe la Franja de Gaza a largo plazo cuando termine la guerra contra el movimiento islamista palestino Hamas.
No creemos que tenga sentido o que sea correcto que Israel ocupe Gaza […] a largo plazo”, dijo Sullivan a la prensa tras reunirse con funcionarios israelíes.
El mismo Gobierno israelí, subrayó Sullivan, “indicó que no tenía intención de ocupar Gaza a largo plazo, y que el control de Gaza, la administración de Gaza y la seguridad de Gaza tiene que volver a los palestinos”, de acuerdo a las declaraciones reproducidas por la agencia de noticias AFP.
El calendario de esta transición es objeto de “intensas discusiones” entre Israel y su aliado estadounidense, agregó.
La visita de Sullivan interviene en un contexto de divergencias entre Israel y Estados Unidos sobre la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza
La visita de Sullivan interviene en un contexto de divergencias entre Israel y Estados Unidos sobre la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza.
Washington quiere que la ofensiva pase a “operaciones de baja intensidad” en “un futuro próximo”, según la Casa Blanca.
El jueves, el presidente Joe Biden instó a su vez a Israel a “tener más cuidado” para proteger a los civiles en Gaza.
“Quiero que se concentren en cómo salvar vidas civiles, no que dejen de perseguir a Hamas, sino que tengan más cuidado”, dijo Biden a periodistas en Washington.
Pero en Tel Aviv, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, reiteró que estima que la ofensiva contra Hamas durará “varios meses”.
“Llevará tiempo, más de varios meses, pero les ganaremos y los destruiremos”, aseveró el ministro sobre Hamas en su encuentro de el jueves con Sullivan.
Después de su encuentro con Gallant, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos se reunió en Israel con el primer ministro Benjamin Netanyahu, y luego con el premier y su gabinete de guerra.
En la reunión discutieron “la continuación de la guerra hasta la victoria y el logro de los objetivos comunes, que son, ante todo: la eliminación de Hamas, la liberación de todos los rehenes, el desmantelamiento de las capacidades militares de Hamas y el fin de su dominio en Gaza”, informó la oficina del primer ministro en un comunicado.
También hablaron de la ayuda humanitaria continua a la población civil de Gaza, y de las amenazas que enfrenta Israel tanto en su frontera norte, donde colisiona con el movimiento islámico armado libanés Hezbollah, y en su frontera sur, desde donde ha recibido ataques de los rebeldes hutíes con base en Yemen, según el comunicado.
El encuentro se produjo dos días después de que Biden asegurara que Israel está perdiendo apoyo en el mundo por sus “bombardeos indiscriminados” a la Franja de Gaza y consideró que el de Netanyahu “es el Gobierno más conservador en la historia de Israel”.
Además, acusó al Gobierno israelí de no estar interesado en una solución de dos Estados para poner fin al conflicto con Palestina.
La ofensiva israelí en Gaza dejó más de 18.780 palestinos muertos desde su inicio el 7 de octubre, luego de que milicianos de Hamas se infiltraran en Israel
Por eso, el líder demócrata sugirió que Netanyahu debería “cambiar” a su gabinete para encontrar una solución de largo plazo al conflicto con los palestinos.
El líder del partido Likud encabeza un Gobierno de coalición que está integrado por partidos nacionalistas religiosos de ultraderecha y líderes del movimiento colono que ocupa los territorios palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este.
El mismo día, Netanyahu admitió que existe un “desacuerdo” con Estados Unidos, su principal aliado, sobre lo que será la situación en la Franja de Gaza una vez que finalice la guerra contra Hamas.
Esa guerra se desencadenó tras los ataques sin precedentes cometidos por el grupo islamista palestino Hamás el 7 de octubre contra Israel, en los que murieron unas 1.200 personas, según las autoridades.
La ofensiva israelí en Gaza dejó más de 18.780 palestinos muertos desde su inicio el 7 de octubre, luego de que milicianos de Hamas se infiltraran en Israel, asesinaran a 1.200 personas y tomaran más de 240 rehenes, incluido una veintena de argentinos.