El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue declarado este viernes culpable de difamar a la escritora E. Jean Carroll, por lo que deberá pagarle una indemnización de 83,3 millones de dólares, según indicó la Justicia norteamericana. Horas antes el magnate abandonó la sala donde se lo juzgaba, justo en el momento en que hablaba la abogada de esta última.
La letrada Roberta Kaplan llevaba hablando apenas cinco minutos en su alegato de conclusión y cuando estaba proclamando que la Justicia es igual para todos, Trump se levantó con semblante serio y sin decir una palabra, abandonó la sala. El juez que preside el caso, Lewis Kaplan señaló que debía constar en el acta que el acusado había abandonado la sala de audiencias.
Luego el magnate escribió en su red Truth Social para quejarse porque Kaplan se había negado a admitir en el juicio numerosas cosas que supuestamente lo exoneraban. Entre esos materiales que el juez no admitió en el proceso, mencionó una entrevista de la escritora en la cadena televisiva CNN hace cuatro años donde ella indicó “la violación es sexy”, dijo Trump, aunque lo cierto es que sus palabras fueron estas: “Creo que la mayoría de la gente piensa que la violación es sexy”.
Para el exmandatario, esto demuestra que el juez “es un individuo extremadamente abusivo, algo nunca visto, y ha convertido el juicio en un juicio unilateral, donde a una parte se le permite todo y a la otra nada”.
El caso
En este juicio, el favorito en las primarias republicanas respondía a las acusaciones de difamar a la escritora cuando aseguró, en 2019, que no la conocía y que era falsa su declaración –hecha ese mismo año– de que el expresidente había abusado sexualmente de ella.
El pasado mayo, un jurado condenó al exmandatario por abuso sexual, así como por difamación y a pagar un monto de 5 millones de dólares. En este caso, el jurado solo podía decidir si Trump dañó la reputación de Carroll con sus comentarios de 2019 y cuánto debería pagar en dicho caso.
Pese a la decisión del jurado en 2023, Trump sigue negando en sus ruedas de prensa y en sus comentarios en redes, haber conocido a Carroll. Y dice que todo se trata de una farsa y una caza de brujas, como en todos los casos en los que se lo investiga. El jueves, cuando el jurado aún no estaba presente en la sala, Trump se saltó las indicaciones del juez para decir una vez más: “No conozco a esta mujer, nunca la conocí”.
Reputación dañada
La abogada de Carroll, Roberta Kaplan, apuntó este viernes que para un hombre tan apegado al dinero como Trump, la única forma de disuadirlo de continuar con sus ataques contra Carroll es que se tenga que enfrentar a pagar una cantidad de daños punitivos “inusualmente alta”. Además pidió 24 millones de dólares en daños compensatorios para reparar la reputación de su defendida y compensarla por el daño emocional que le causó.
En este juicio, el equipo legal de Carroll sostuvo que tras los comentarios vertidos por el entonces presidente, la periodista perdió su credibilidad como columnista –durante años ha dado sus consejos a lectores en la revista Elle–, así como su versatilidad, ya que ahora los medios sólo la contactan para hablar sobre el expresidente. Además indicó que comenzó a ser acosada por los seguidores de él. Carroll señaló que el día que Trump negó las acusaciones, recibió correos que la amenazaban de muerte, pero que los borró porque fue su primer instinto, por lo que no pudo aportar esos datos como prueba.
La defensa de Trump sostiene que cuando Carroll decidió hacer público el acoso sexual de Trump, su carrera y popularidad como columnista y escritora ya se habían deteriorado, y precisamente retomó el vuelo a raíz de sus acusaciones contra el millonario, que le proporcionaron más seguidores y fama.
Trump se enfrenta a otras cuatro causas penales: dos por tratar de revertir el resultado de las elecciones de 2020 en las que perdió contra Joe Biden; una por llevarse documentos clasificados de la Casa Blanca a su residencia de Florida; y una relacionada con los pagos a la actriz porno Stromy Daniels para ocultar un viejo affaire.