El expresidente estadounidense Donald Trump analiza una eventual visita al Capitolio, la semana próxima, en busca de unificar a los republicanos en el proceso de elección del nuevo titular de la Cámara de Representantes tras la destitución de Kevin McCarthy, y hasta abrió este jueves una mínima chance de ocupar él esa plaza “por un breve tiempo”.
“Me han preguntado si lo tomaría durante un breve periodo de tiempo para la fiesta hasta que lleguen a una conclusión. No lo hago porque quiera. Lo haré si es necesario, si no pueden (los republicanos) tomar su decisión”, dijo Trump a Fox News.
Hasta estas declaraciones, Trump había negado la posibilidad de ser quien reemplace a McCarthy, porque está enfocado en su campaña para volver el año próximo a la Casa Blanca.
El sitio Político y dos legisladores citados por la cadena NBC News dieron cuenta de una intención, sí, de Trump de llegar a la sede del legislativo, una visita que sería más que simbólica a poco más de dos años y medio de que cientos de sus seguidores irrumpieran en el lugar para evitar que se oficializara la victoria del demócrata Joe Biden.
Trump estaría abierto a la idea de servir como presidente de la Cámara baja, reportó Politico, que citó a fuentes del Partido Republicano cercanas a las conversaciones internas, aunque otras fuentes señalaron que el exmandatario solo apunta su carrera para volver a la Presidencia.
Las reglas de la Cámara no exigen que su titular sea miembro del Congreso, lo que haría a Trump elegible para el puesto, aunque los procesos judiciales abiertos en su contra también aparecen como impedimento.
Nunca la jefatura del cuerpo estuvo en manos de alguien que no fuera representante, aunque la Constitución no lo impide.
Varios legisladores republicanos apoyan la idea de que Trump sea el jefe de la Cámara, y el propio magnate dijo ayer que varias personas se lo propusieron, aunque su prioridad es ganar las presidenciales de 2024.
Después de esbozar la chance de una jefatura breve de la Cámara, el magnate insistió en que le pidieron que actúe como “unificador” de su partido, porque tiene “muchos” amigos en el Congreso.
McCarthy fue destituido por un presunto acuerdo secreto con la administración de Biden para garantizar la continuidad de la ayuda financiera a Ucrania en un entendimiento que, además, evitaba el cierre del Gobierno.
La Cámara de Representantes no puede llevar a cabo sus asuntos sin elegir un nuevo presidente, que pueda salvar las divisiones dentro de la bancada republicana.
Justamente por esa división de los republicanos es que algunas fuentes dicen que es segura la presencia de Trump en el Congreso, en busca de “unificar al partido”.
El expresidente anunció en su red social Truth que, tras la destitución de McCarthy, hará “todo lo necesario para contribuir al proceso de selección del presidente de la Cámara, en el corto plazo, hasta la elección final de un gran presidente republicano”.
Tendrá que ser un “orador” -como suele llamarse al jefe de la Cámara- que ayudará a “un presidente nuevo pero muy experimentado, que soy yo, a hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”, agregó Trump.
Jim Jordan, un aliado del expresidente, y el líder de la mayoría republicana en la Cámara, Steve Scalise, son por ahora los candidatos a ocupar la presidencia del cuerpo.