“El tiempo es un círculo plano. Todo lo que hemos hecho o haremos, lo haremos una y otra vez… para siempre”. La máxima del filoso y filosófico Rust Cohle vuelve a cobrar sentido con la cuarta temporada de True Detective (estrenó el domingo 14, el 21 a las 21 se verá el segundo episodio por HBO y HBO MAX). En esta ocasión, la moneda cae en el Ártico. Por varios meses no habrá luz natural en el Polo Norte, pero sí una escalada de muertes tenebrosas, hechos más allá de lo cognoscible y una dupla de investigadoras frente al caso que las marcará de por vida. A saber, la oscuridad ya no está vinculada con el gótico sureño, sino con el propio sentido que impusiera esta antología policial hace exactamente una década renovando el género en la pantalla chica.
En palabras de Liz Danvers (Jodie Foster) están frente a una “bola de mierda, llena de caminos sin respuesta y mucha gente enojada”. Contra toda lógica, un grupo de científicos se ha esfumado de su estación en Alaska. Para zanjar la cuestión, la agente debe volver a trabajar con Evangeline Navarro (Kali Reis). La trooper, por su parte, está segura de que el hecho tiene vinculación con el asesinato de una activista que quedó “congelado”. Son dos mal llevadas en un entorno imposible, con mochilas personales y crímenes que suponen ir por fuera de lo que dicen los manuales. “Amo a Liz Danvers. Amo a este personaje. Es honesta, lo cual significa que sea muy testaruda y hasta idiota por momentos. No está muy consciente de sus propias motivaciones. El mundo ha cambiado de una manera en que no entiende”, dijo su protagonista en una conferencia de prensa realizada en la última edición de la Comic Con Experience brasileña y que contó con la presencia virtual de Página/12.
Aunque estén a cientos de kilómetros y años de lo que sucedía en Luisiana, California o Arkansas, el sello de True Detective se nota en su iconografía y mensajes encriptados. Entre los cambios está la decisión narrativa de contar el relato en una sola línea temporal (salvo unos flashbacks), y la puesta en escena glacial con las influencias evidentes de La cosa y El resplandor. Sin embargo, la tríada que define a True Detective, a decir de Issa López (Vuelven), están allí. “Tiene que haber dos personajes que tratan de resolver un crimen. Lo que no saben es que están intentando comprender sus propias almas y secretos. Y, finalmente, el lugar en donde lo hacen”, aseguró la directora y guionista de los nuevos seis episodios que tomó la posta de Nic Pizzolatto como showrunner.
Lo primero que hizo la mexicana fue revisar aquella producción con una mirada clínica. ¿Su conclusión? El inicio de la franquicia tuvo mucho de Seven: Pecados capitales y El silencio de los inocentes. “No sé si fue una decisión consciente de Nic Pizzolatto, pero se nota. Aquellas son películas que crearon un género en sí mismas y yo decidí adentrarme en esas influencias de manera muy pero muy fuerte”, dijo en alusión a la presencia de Jodie Foster. La actriz recogió el guante frente a los medios. “Cuando hice El silencio de los inocentes, sentí que tenía cierta comprensión de que las historias son solo la excusa para que los personajes contaran su verdadera historia. La razón de por qué encuentran al culpable es porque se sumergen en la trama y es lo que hacen los personajes de True Detective. Creo que no me sentía tan emocionada con un proyecto desde El silencio de los inocentes hasta que llegó True Detective”, dijo Foster.
La perspectiva femenina dentro y fuera de pantalla no es un detalle de color. En la primera temporada, las mujeres aparecían principalmente como esposas dolientes o prostitutas perseguidas. Ahora los personajes más dominantes son del otro género. Amén de esas cuestiones, para Kali Reis se mantiene “lo impredecible” de la propuesta. “Tenés individuos que pasan por algo muy duro, tenés la que es la formal y tenés la bala perdida, es una mala relación que solo ellas dos saben que funciona a pesar de sus propias vidas”, argumenta la boxeadora profesional que decidió probarse como actriz. “Kali es una fuerza de la actuación, se apodera del guion”, la alabó Foster. Para López era fundamental encontrar a sus Matthew Mcconaughey y Woody Harrelson. “Es la química entre ellos, que cuando los ves juntos realmente te den ganas de ver la serie. Que Jodie tuviese ganas de revisitar el rol de un detective y encontrar quién podría apropiarse de eso, y convertirlo en True Detective. Y fue Kali Reis quien lo consiguió”, explicó López.
-¿Cómo describiría a Liz Danvers?
Jodie Foster: -Lo charlamos mucho con Issa. Hace todo en reversa al personaje de Kali Reis. Si Navarro hace algo de una manera, ella lo hace exactamente en oposición. Creo que la verdadera voz es la de Navarro.
-¿En qué sentido True Detective es diferente de otras producciones de su tipo?
Issa López: -Siempre tenés las reglas del género. Tenés un misterio insondable y en el camino a resolverlo van a aparecer otros misterios para los protagonistas. A ese cuadro tenés que agregarle algo que no se haya visto . Y es complicado. No podés simplemente poner al rudo de buen corazón o el detective desencantado del pueblo. Todo eso ya se ha visto. Así que te tenés que fijar en los detalles y en las capas. Y True Detective también las tiene. Los dos detectives. Un caso del pasado resuena con uno del presente. Y hay otra regla, que particularmente me gusta mucho, que es la de los personajes yendo en auto discutiendo la naturaleza de la vida. Y desde ahí decidí crear con libertad.
-¿Cómo influye la dinámica de las dos detectives en este caso?
J.F.: -Se odian mucho al comienzo de la serie. Pero entre ellas siempre hay un respeto mutuo. Es decir, no importa cuán diferente sea su perspectiva, se respetan y saben que la otra está igual de obsesionada y dañada por lo que sucede. En ese daño está la conexión entre ambas. Mi personaje está despertando y el de Navarro está intentando manejar la furia de cuán despierta está. Sus viajes son la sombra de la otra.