El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, realizó una visita rápida por Buenos Aires, invitado por la entidad olímpica argentina, que festejará sus 100 años de fundación en diciembre próximo.

El alemán de 69 años reconoció que es “muy lindo estar de vuelta en Buenos Aires, un lugar muy especial. La visité por primera vez en 1963, por el campeonato del mundo de esgrima, y luego en 1977, donde pude ganar el oro”. 

El máximo dirigente olímpico fue elegido presidente en 2013, también en Buenos Aires, y luego estuvo presente en los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se celebraron en 2018.

Bach mientras visualizaba un video con la historia de COA. Imagen: Alejandro Leiva

Bach realizó una recorrida por la sede ubicada en el barrio de Recoleta, y luego remarcó que “Argentina es un miembro valioso del movimiento olímpico, y sus deportistas han ubicado al país en el primer plano del deporte mundial”. 

El directivo se refirió a la paridad de género en su institución, y en ese aspecto reconoció que “hay más de diez años de trabajo buscando esa paridad, y hoy se llega al 40 por ciento de mujeres entre los miembros del COI. Buscamos que la paridad se lleve adelante en todas las acciones, y lo vamos a seguir profundizando”.

En relación al nuevo programa olímpico, con la aparición de nuevas disciplinas, Bach señaló: “Lo primero que tenemos que hacer es quedarnos firmes frente a nuestros valores y a nuestros principios. Lo que tiene que cambiar es la forma en la que promovemos eso dentro de los jóvenes. El nuevo programa deportivo tiende a que siempre volvamos a lo que somos, a nuestra esencia, simplemente con maneras distintas de ir llegando a las generaciones que están y a las vienen atrás”.

El dirigente fue más allá y habló sobre la irrupción de la política en el deporte. “No pensamos que la política y el deporte son dos vertientes totalmente separadas. Creemos que tenemos que ser neutrales, no somos nadie para decir quién hace buena o mala política. No tenemos mandato para tomar esa decisión. El valor de mantener la autonomía del deporte es una de las llaves”, dijo. Y agregó: “Todo está politizado, y nosotros debemos ser la contracara de eso. El deporte no se tiene que politizar, esa es una herramienta fundamental”. 

Bach rodeado de los atletas argentinos. Imagen: Alejandro Leiva

El alemán, cuando fue consultado por Página/12, dejó en claro que desea “que Buenos Aires pueda ser sede de un Juego Olímpico. Lo tiene todo, la infraestructura, una cultura deportiva muy importante, y para nosotros eso es clave. No se necesita construir, y eso hace la organización mucho más sustentable. Pienso en eso y me gustaría”.

Los Juegos de París del año que viene están cada vez más cerca, y la posibilidad de contar con Lionel Messi en Francia ilusiona al presidente. “No quiero interferir en las decisiones del entrenador (Javier Mascherano), pero sería una chance fantástica para Messi. Si juega, Argentina tendrá más posibilidades de ganar la medalla dorada. También sería fantástico para el fútbol y los Juegos Olímpicos. Vamos a cruzar los dedos”, dijo.

Los conflictos bélicos que se desarrollan en el mundo no hacen peligrar los Juegos, y Bach dejó en claro que se trabaja con agencias de seguridad de muchas naciones para preservar la paz en la competencia de París.

Bach estuvo acompañado en la mesa por el presidente del Comité Argentino, Mario Moccia, y el presidente honorario de la entidad, Gerardo Werthein. El alemán hizo entrega de la distinción “Presidente del COI”, a la institución por su centenario. 

El Programa de Leyendas del COI invitará a Santiago Lange, ex regatista argentino, a Francia, para que Argentina tenga su lugar en ese proyecto. Lange cuenta con siete participaciones olímpicas.

El presidente del COI durante su recorrida en la sede del COA. Imagen: Alejandro Leiva

“No me importa tanto el pasado -añadió Bach- ni lo que hice, sino que lo que más me importa es lo que vamos a hacer. Una de las cosas que estamos pensando en la inclusión de los e-games (videojuegos), dentro de la órbita olímpica. Eso está pensado para que las personas puedan competir, en las mismas condiciones que lo harían en la vida real, desde su casa. Hay tres mil millones de gamers en el mundo, y queremos que se acerquen para que conozcan nuestros valores”.



Fuente-Página/12