La filial argentina de la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre (WCS por sus siglas en inglés) advirtió sobre “la extrema mortalidad de crías de elefante marino del sur (Mirounga leonina) en Península Valdés atribuible a influenza aviar altamente patógena H5N1“. Y por otro lado, investigadores británicos anunciaron que se detectó por primera vez el principal virus de la gripe aviar en la costa de la Antártida en aves marinas. Estos expertos señalaron que se trata de “un riesgo” para especies locales, como los pingüinos.
En un informe, la WCS analizó el censo poblacional de lobos marinos en sectores estratégicos de Península Valdés, sobre el extremo noreste del Chubut, durante la primera quincena de este mes. Calificó los resultados de “alarmantes” ante la evidencia de una “extrema mortalidad de crías, muy probablemente infectadas con el virus IAAP H5N1”.
El documento señala que “la mortalidad de crías durante la temporada reproductiva de elefantes marinos siempre se mantiene en valores menores al 1% y este año se registró una mortalidad extrema que varió entre el 56 y el 74%, según el sitio monitoreado.
El relevamiento fue realizado por profesionales de WCS Argentina y veterinarios especialistas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) y la Universidad de California-Davis.
El comunicado también reveló que, junto a la elevada mortalidad de crías de diferentes tamaños y grado de desarrollo, se observó una inusual cantidad de adultos y subadultos muertos, y una reducción de entre el 40% y el 70% de individuos adultos en las costas.
“Este es el primer registro de mortalidad masiva de elefante marino del sur para esta agrupación, la única continental de la especie, además de representar el primer registro mundial de mortalidad masiva de elefantes marinos por influenza aviar, si llegara a confirmarse el diagnóstico”, advierten los autores del reporte.
Durante el recuento se registraron datos demográficos de las agrupaciones de elefantes, y se contabilizaron todos los individuos muertos encontrados de otras especies, como Gaviotín sudamericano, Gaviotín real, Gaviotín pico amarillo, Gaviotín golondrina, Gaviota cocinera y Lobo marino de un pelo.
Si bien se espera la confirmación de los resultados de laboratorio, la gran cantidad de individuos afectados y algunos signos clínicos observados en animales enfermos sugieren que el virus IAAP H5N1 sería el responsable de la mortalidad registrada en los elefantes marinos de la Península Valdés.
El informe de la organización ecologista coincide con lo expresado a Télam por el director de Flora y Fauna Silvestre de Chubut, Fernando Bersano, quien confirmó que “en las costas de la provincia se contabilizaron más de 1.300 crías de elefantes marinos que murieron producto de la gripe aviar”.
Chubut tiene en sus costas la población más numerosa de elefantes marinos de Sudamérica con colonias que se ubican en el contorno de Península Valdés y algo más al sur de ese accidente geográfico, hasta la zona conocida como Isla Escondida, entre la desembocadura del río Chubut y Punta Tombo.
Por otro lado, la presencia del virus HPAI fue confirmada entre págalos subantárticos, una familia de aves marinas, según un comunicado publicado el lunes por el British Antarctic Survey (BAS), una organización a la que están adscriptos investigadores británicos activos en esta región. El planeta está viviendo “la peor epidemia de gripe aviar de la historia”, consignó la agencia de noticias AFP.
La presencia del virus en la Antártida es una “noticia dramática”, dijo en la red social X (antes Twitter) Michelle Wille, especialista en gripe aviar de la Universidad de Melbourne, Australia.
Los investigadores británicos tomaron muestras de los págalos subantárticos que había sido encontrados muertos en las islas Georgia del Sur, en alta mar, al este del extremo sur de América del Sur, pero que “no se encuentra estrictamente dentro de continente antártico”, aclararon.
Además, los investigadores creen que el virus fue traído por algunas aves desde América del Sur, una región que en los últimos dos años se vio afectada por la gripe aviar con decenas de millones de aves de corral condenadas al sacrificio, recordaron.
Los investigadores temen que el virus llegue al continente sur y amenace a algunas de las variedades de pingüinos que no viven en otros lugares y que, por lo tanto, nunca pudieron desarrollar inmunidad contra este patógeno, concluyeron.