Si hay una estrella del rock (aún viva) que no ha estado con el dorso de la cuchara a la hora de cometer diversos y variados excesos es Tommy Lee. Según sus propias palabras, que sospechamos que son un poco excesivas, el baterista de Mötley Crüe bebía hasta “7,5 litros de vodka al día” en su época heroica. Un consumo que provoca escalofríos y que cuesta recuperarse por parte del principal afectado, que utiliza manzanilla desde hace un año.
“Es muy loco. “El alcohol es algo realmente extraño porque, maldita sea, es muy fácil enamorarse de la forma en que te hace sentir y de la forma en que te relaja”, dijo el músico en el podcast. Club aleatorio. “Y de repente te encuentras bebiendo 7,5 litros de vodka al día y piensas: ‘Estoy tratando de suicidarme aquí’. » Una cifra que, evidentemente, dejó perplejo al presentador Bill Maher, al señalarle que su hígado debía ser radiactivo. Pero lo creas o no, ¡Tommy Lee dice que se ve genial!
¿Hablar excesivamente?
“Fui a hacerme un chequeo completo, de esos en los que te examinan de pies a cabeza”, continuó Tommy Lee tras asegurar que efectivamente estaba bebiendo ocho botellas de vodka al día de una vez. “Y no puedo creer que con todo lo que fumé y bebí y todas las cosas estúpidas y locas que hice, el médico dijo: ‘Está bien’. » Y si todavía piensas que hay justicia en este mundo, no olvides que Tommy Lee, al que le darían 40 años para romperlo todo, acaba de celebrar su 61 cumpleaños… Y cuando vemos cómo le va a Keith Richards , se nos podría hacer creer que podemos sobrevivir fácilmente a abusos de todo tipo.
A menos que los excesos de las rockstars también estén (¿sobre todo?) en su forma de contar historias. Así, Iggy Pop, todavía gallardo a sus 76 años, admite, por ejemplo, que ciertamente tiene un buen sistema inmunológico, pero jura que seguramente sobrevivió a sus adicciones gracias a las “oraciones” de su madre… mientras desliza sucintamente que dejó de consumir cualquier cosa. y todo en 1983, es decir a los 36 años. En cuanto a Mick Jagger, a sus 80 años, hace mucho tiempo que no eligió y yoga para ayudarlo a llegar hasta el final.