Jannik, ¿qué se siente? “Se siente bien”. Responde en inglés, pero entiende: ¿de qué otra manera se puede resumir lo que pasa por la cabeza y ante los ojos de este chico de 22 años, que se ha convertido en el primer italiano en llegar a la final de las Nitto ATP Finals? Además, en su país, en Turín, están locos por un fenómeno que es mucho más que un simple protagonista de la raqueta: es un ídolo, una estrella, un tema de tendencia, un hashtag, un icono de estilo. Jannik Sinner realmente detuvo a toda Italia, suspendida con la boca abierta esperando volver a alegrarse por él, con él. La victoria en semifinales sobre Medvedev, y ya son tres consecutivas contra el ruso, supone el partido más importante de su carrera para el surtirolés.
Del otro lado de la red, en la final de hoy (6 p.m., en NOW TV), quién si no él: Novak Djokovic. ¿Conoces esos juegos arcade en los que en el último nivel, justo antes de completar el juego, llega el monstruo imbatible? Aquí, este es Nole para dos o tres generaciones de tenistas. Excepto que Jannik –el monstruo– le ganó, y eso ocurrió hace unos días, justo en Turín. Fue el partido del grupo, aún no había nada definitivo, pero fue la primera victoria de la carrera de Sinner contra el multimedallista serbio. Irónicamente, Djokovic tiene que agradecer al italiano si todavía está en el torneo: la victoria de Sinner, ya clasificado para las semifinales, contra Rune salvó al 24 veces campeón de Slam. Quien luego, en semifinales, eliminó tranquilamente -y por eso da aún más miedo- a Carlos Alcaraz.
Cita con la historia
No hay duda: Jannik está a punto de vivir la velada más importante de su vida deportiva. Las Nitto ATP Finals no sólo serían el trofeo más importante de su carrera hasta el momento, sino también el testimonio más claro de cuál es su talla hoy: un campeón absoluto. Le señalan: Jannik, pero todo esto no es normal. Y él, con la máxima tranquilidad, subraya: «Sé cuánto dedico a este deporte, cuántas horas de entrenamiento, la atención en ir a dormir temprano, o en la nutrición, y todos los sacrificios que hago. Todas estas son cosas que pueden ayudarme a alcanzar ciertas metas. Por eso hoy es normal para mí jugar contra los mejores del mundo, me siento mucho más tranquilo en el campo”.
Hasta ahora, en las Finales de Turín, Sinner ha ganado todos sus partidos: los tres del grupo contra Tsitsipas, Djokovic y Rune, y luego la semifinal contra Medvedev. Mirando hacia atrás, ha ganado cada uno de los últimos diez partidos que ha disputado. La última derrota se produjo hace más de un mes, el 10 de octubre en Shanghai contra Shelton. Desde entonces ha habido un nuevo acontecimiento: vencer a Novak Djokovic, una velada con la que siempre había soñado en su carrera. Algo que, al verle jugar los dos siguientes partidos, seguro que tuvo un impacto en la mente del italiano: es como si haber conseguido superar la prueba más difícil del circuito le diera el último superpoder mental que le faltaba.