El ministro de Economía, Sergio Massa, ratificó que una de sus primeras medidas en un eventual gobierno a su cargo será la eliminación del impuesto a las Ganancias y recordó que esa promesa data de 2015, cuando fue candidato por el Frente Renovador. “Sigo pensando lo mismo”, aseguró.
“Yo no quiero que los trabajadores paguen el Impuesto a las Ganancias, el salario no es ganancia es remuneración”, había dicho por entonces el ahora funcionario y candidato de Unión por la Patria (UxP), quien repitió esas mismas palabras ayer, durante el multitudinario acto que encabezó en Plaza de Mayo.
La frase fue recordada por el propio Massa en un posteo en la red social X, donde republicó una nota escrita en 2015 sobre la base de sus declaraciones de entonces. Ese año, el ministro era candidato a presidente por el frente Unidos por una Nueva Argentina (UNA), tras haber disputado una interna con el fallecido dirigente peronista cordobés José Manuel de la Sota.
Ahora, el actual candidato por el frente oficialista ratificó: “Esto es del 2015… Sigo pensando lo mismo”.
“Para mí, el salario no es ganancia. Es remuneración, el pago por el trabajo y esfuerzo que hace cada trabajador. Tenemos que terminar con esta locura de que un trabajador no quiera hacer horas extras para no perderla en el impuesto”, aseguró en Plaza de Mayo.
Próximo paso, el Congreso
Massa anunció ayer que a partir del 1 de octubre el piso de Ganancias subirá hasta 1.770.000 pesos mensuales, lo que eximirá del pago a unos 800 mil contribuyentes y dejará al margen de la carga al 90 por ciento de quienes actualmente lo tributan.
El anuncio fue hecho tras un encuentro que mantuvo en el Palacio de Hacienda con los principales dirigentes de la CGT y de la CTA, como así también autoridades de la Cámara de Diputados.
Precisó que el piso será equivalente a 15 Salarios Mínimos Vitales y Móviles (SMVM) mensuales, actualmente en 118 mil pesos.
Al mismo tiempo, confirmó que enviará al
Congreso un proyecto de ley para que el nuevo piso se ajuste de manera
semestral, en línea con la evolución del SMVM, de manera que el cambio quede
institucionalizado y, así, mantener constante el porcentaje de trabajadores que
pagan este gravamen.