Unión por la Patria entró de lleno en la última etapa de la campaña, que tiene como objetivo que el 10 de diciembre Sergio Massa se siente en el sillón de Rivadavia. Antes de las definiciones, sin embargo, el oficialismo deberá transitar un mes intenso en el que, según evalúan en el búnker de la calle Mitre, será “un continuo mano a mano entre él y Milei”. El 12 de noviembre, una semana antes de los comicios, tendrá lugar el último debate presidencial que, adelantan en el entorno de Massa, “será clave”. Cerca del candidato aseguran que la campaña no variará en cuanto a formato: habrá anuncios económicos, viajes a las provincias -a Córdoba, entre otras- y recorridas por el conurbano bonaerense. “Tiene que ganar el orden versus el caos. Estamos trabajando para eso y vemos que La Libertad Avanza ya empieza a crujir”, se ilusionan desde el comando de campaña. Massa, sin embargo, se muestra con más cautela: “Todavía no ganamos nada, por ahora tengo la mayoría en la primera vuelta. Falta mucho”, dijo este martes cuando salía del Ministerio de Economía.
En las oficinas del microcentro porteño subrayan que “un dato objetivo es que Massa, en términos individuales, subió más de 15 puntos en menos de dos meses”, y aclaran que aún se encuentran trabajando y haciendo un análisis detallado de los números que dejó la elección del domingo en cada distrito. Consideran que entre lunes y martes Massa “ya empezó a marcar un camino”. “Es el camino de esta última etapa que tiene dos conceptos básicos: gobierno de unidad nacional y fin de la grieta“, dicen.
El ministro estuvo el lunes en el palacio de Hacienda, donde fue recibido por los trabajadores con bombos y banderas, dio una conferencia de prensa en la que continuó hablando del gobierno de unidad y realizó anuncios económicos. Por la noche, estuvo en las oficinas de la calle Mitre. Allí trabaja el comando de campaña conformado por la titular de Aysa, Malena Galmarini; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; el diputado Máximo Kirchner; la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; el vicejefe de gabinete, Juan Manuel Olmos; el asesor en comunicación catalán Antoní Gutiérrez Rubí; y el responsable de Comunicación Estratégica de Economía, Santiago García Vázquez, entre otros. Varios de ellos estuvieron en el encuentro.
Este martes, Massa anunció la adjudicación de tres licencias de 5G en un acto que encabezó en el CCK, cerró un acuerdo con Leandro Santoro -con quien ya había conversado del tema el domingo por la noche- para que UxP no se presente a balotaje en la Ciudad de Buenos Aires y así apuntalar la elección a nivel nacional, en la que Massa necesita ir a buscar los votos de JxC (ver nota aparte). Por último, presentó un programa integral denominado “Ciudades seguras”, para municipios de todo el país.
En busca de apoyos
En paralelo a los anuncios oficiales, en UxP siguen trabajando con el objetivo de juntar apoyos de diversos sectores. En esa línea, este martes se pronunciaron dirigentes del radicalismo y socialismo. El diputado neuquino de la UCR César Grass dijo que “Milei denostó desde el Papa hasta Raúl Alfonsín y a todos los radicales. No lo votaría”. A él se sumó el titular de la UCR de Córdoba, Marcos Carasso, que declaró: “No la voy a caretear. Milei es el juego de la oca, es retroceder 70 casilleros”. Y Eduardo Castro, presidente del radicalismo de San Juan, consideró: “Se cae de maduro que es muy difícil que la UCR vote a Milei”. Roy Cortina, dirigente del socialismo en CABA, planteó que “en el balotaje es obvio que Milei no”.
Durante las últimas horas comenzó a crecer un rumor acerca de que existe la posibilidad de que Milei se baje del balotaje, algo similar a lo que ocurrió en 2003, cuando Néstor Kirchner y Carlos Menem llegaron a la segunda vuelta y, cuatro días antes de ir a las urnas, Menem anunció que no competiría. En el oficialismo consideran que lo que demostró el libertario en las elecciones del domingo es que “tiene un techo” y que las personas que votaron a Patricia Bullrich sabiendo que el voto útil podía ser a Milei, sería raro que en el balotaje opten por él. “El voto enojado y de hartazgo tiene un límite”, opinan algunas voces oficialistas. Desde la LLA, sin embargo, el asesor de Milei, Guillermo Francos, salió a desmentir los rumores: “Que corten con las operaciones porque nos vamos a ver las caras en noviembre”, dijo. Luego, el propio Milei descartó bajarse.
Más allá de eso, un dato concreto es que las peleas y conflictos dentro de la Libertad Avanza crecen. El candidato de ultraderecha dijo que veía factible darle el Ministerio de Seguridad a Bullrich y, en las últimas horas, su candidata a vicepresidenta, Victoria Villaruel, salió a desautorizarlo: “Hay que debatir eso”, dijo. También hubo fuertes cruces entre su asesor Iñaki Gutiérrez y la candidata a diputada Lilia Lemoine.
Dirigentes de oficialismo aseguran que Milei ahora tendrá que moderar su discurso para salir a buscar votos, pero reflexionan que “el problema es que cuando radicalizás tanto tu discurso, como hizo Milei, es muy difícil ir para atrás y pedirle el voto a sectores que insultaste“. En esa línea, opinan que será complejo que el libertario pueda contradecir las cosas que aseguró hace tan solo días. “Es difícil para Milei pedirle a su militancia, a los pibes que lo siguen, que ahora se ordenen y vayan en busca del voto de lo que ellos llaman ‘los viejos meados'”, evalúan irónicos en UxP y agregan que “esta elección demostró que los candidatos de las redes tienen límites. El territorio y la militancia fue lo que movió votos y Milei no tiene nada de eso“. Cerca del ministro dicen que ante el discurso “anticasta”, lo que ganó el domingo “fue la política que Milei subestimó.
En el oficialismo analizan que parte de la remontada se debió a lo que ocurrió durante la última semana de campaña. “Gran porcentaje de la población decide su voto la última semana y la última de Milei fue muy mala, con las declaraciones de Lynch sobre romper relaciones con El Vaticano y las de Lemoine sobre la idea de impulsar una ley para que los padres no tengan que hacerse cargo de sus hijos”. Consideran que UxP, en cambio, hizo las cosas bien y que la noche del domingo se vio sobre el escenario un gran contraste porque, mientras Milei se mostró rodeado de dirigentes, Massa lo hizo con su familia. “Vimos a un presidente, no a un meme y eso la gente lo valora”, resaltan.