En Florencio Varela, seis policías fueron detenidos acusados de brindar protección a una banda de narcotraficantes e iniciar causas penales a la organización rival de estos, a cambio de un pago por parte de los primeros.
El comisario Pablo Ojeda, el oficial ayudante Nahuel González y los hermanos policías Claudio y Ricardo Hinz, Diego Leiva, y Agustín Solís, pertenecientes a la Delegación de Narcotráfico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, fueron detenidos por la Policia Federal Argentina (PFA) e imputados por el delito de “venta de estupefacientes agravada, cohecho e incumplimiento de los deberes de un funcionario público”.
Las detenciones fueron realizadas el domingo por la tarde por disposición del fiscal Darío Provisionato de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 descentralizada en Florencio Varela, zona sur del Gran Buenos Aires.
La investigación comenzó en marzo, con la detención de una mujer conocida como “La Gorda Paola”. La misma fue señalada como la líder de una banda narcotraficante en jurisdicción de la comisaría 2da. de Florencio Varela. La causa, investigada por personal de la PFA, resultó en la detención de la mujer por venta de estupefacientes.
El fiscal Provisionato envió a peritar el teléfono celular de la imputada y los detectives accedieron al WhatsApp, donde encontraron mensajes y audios a policías de la comisaría 2da. De acuerdo a la pesquisa, los textos intercambiados sugerían que los uniformados le brindaban protección al grupo narco, al tiempo que la banda les daba información respecto de la competencia para iniciar expedientes a los vendedores rivales. Tambien se determinó que la mujer pagaba cerca de 200.000 pesos a la comisaría y otros 200.000 a la Delegación de Narcotráfico, por semana.
A medida que caían los integrantes de la organización narco contraria a la de “La Gorda Paola”, hubo decenas de llamadas al 911, a Gendarmería Nacional y hasta líneas de denuncias de la Municipalidad que asegurababn que ella vendía drogas. No obstante, desde la Delegación de Narcotráfico negaban que eso fuera cierto, por lo que la fiscalía dispuso que de manera reservada comience a investigar la PFA. Al tiempo realizaron un allanamiento a la sospechosa y en su poder encontraron armas y cocaína.