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La diputada y primera mujer trans en formar parte del Parlamento español, Carla Antonelli, subrayó que “es la primera vez en la historia de España que se va a involucionar en materia de derechos LGTBI” a partir de las reformas legales que impulsa la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, uno de los máximos referentes del Partido Popular (PP), y consideró que con la unión “se puede derrotar el avance de la derecha y ultraderecha“.

En el marco de la reelección a la presidencia del Gobierno de España que logró ayer el líder socialista Pedro Sánchez, la diputada en la Asamblea de Madrid y senadora de las Cortes Generales tal la denominación formal del Parlamento- por el partido Más Madrid, expresó su alegría y enfatizó, en diálogo con Télam: “Si nos unimos se puede derrotar el avance de la derecha y la ultraderecha“.

“Dios los cría, ellos se juntan y las urnas los deben de mandar a la irrelevancia, como pasó aquí en España“, aseguró.

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Las reformas a la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación (Ley Trans) y la Ley de Protección Integral contra LGTBIfobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual, ambas vigentes desde el 2016, fueron presentadas el 10 de noviembre pasado por vía de urgencia por el PP en la Asamblea de Madrid, donde tiene mayoría, y tendrán tratamiento la semana próxima.

Las modificaciones proponen exámenes de salud a menores que deseen iniciar un tratamiento de transición de género y deja abierta la posibilidad de que las personas puedan ser obligadas a someterse a exámenes para hacer sus transiciones.

Esto, porque elimina la prohibición de que “ninguna persona podrá ser obligada a someterse a tratamiento, procedimiento médico o examen psicológico que coarte su libertad de autodeterminación de género“.

Además suprime el protocolo contra el acoso de personas del colectivo LGBTIQ+ en las escuelas, así como la sensibilización y concientización en medios de comunicación, la publicidad institucional o el Consejo de Participación LGBTQI+, un espacio dedicado a la inclusión desde la administración pública, entre otras cuestiones.

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“Es una cuestión cobarde hecha por la puerta de atrás y encima por la vía de urgencia. Estamos hablando de un cinismo sin nombres. Es una derogación de facto de las dos leyes porque los puntos que no elimina y ‘conserva’ están reformados para decir casi diametralmente lo opuesto de lo que estaba escrito”, sostuvo Antonelli.

Según un estudio de junio de este año de la empresa de investigación de mercado Ipsos, España es el segundo país a nivel mundial, luego de Brasil, con mayor porcentaje de población LGTBIQ+ ya que un 14% se reconoce dentro de este colectivo, mientras la media es del 9%.

A partir de estos datos, la cantidad aproximada de personas LGTBIQ+ en Madrid es de cerca de un millón, las cuales se verían afectadas en caso de lograrse las reformas.

– ¿De qué maneras estas reformas de Ayuso pueden afectar al colectivo LGBTIQ+?
– Es la primera vez en la historia de España que se va a involucionar en materia de derechos LGBT. De entrada, se carga tanto en la Ley Trans como en la LGTBI la despatologización y la autodeterminación. Desde 2018 la Organización Mundial de la Salud ha dicho que no es un trastorno mental. Bueno, ahora por ley volveremos a ser enfermos mentales según la señora Ayuso. Además se cargan todas las sanciones administrativas: la inversión de la carga de la prueba que el propio Tribunal Constitucional declaró constitucional en 2018. También elimina la discriminación por error, que es cuando alguien te ve que a lo mejor llevas el pelo teñido, piensa que eres gay y te da una paliza. Luego eliminan de todo el texto la palabra “trans”. Pasamos a ser transexuales, lo cual quiere decir que dejan fuera de la ley a todo un compendio de todas las identidades de las personas trans, entre ellas las personas no binaries.

– La inversión de carga de prueba recibió críticas con respecto a que va en contra de la presunción de inocencia. ¿Qué puede decir sobre esto?
– La inversión de la carga de la prueba en el derecho penal es inconstitucional, por supuesto. Pero es absolutamente constitucional en las administraciones públicas. Si un trabajador es discriminado, la empresa es la que tiene que demostrar que no lo discriminó. Eso es constitucional en España. Ellos para mentir hacen creer que se está invirtiendo la carga de la prueba en el derecho penal y es mentira.

– ¿Las reformas podrían afectar el presupuesto que la Comunidad de Madrid destina a políticas LGBTIQ+?
– Estas leyes están desde el 2016, pero la realidad es que en más de un 50% no se estaban aplicado. El tema es que al derogarse las leyes ya no se tendrá a dónde recurrir. Los gobiernos siempre han vivido de espaldas a la comunidad LGTBI en sí misma. Se ha gastado poco y nada. El Orgullo sale adelante a pesar del PP. La Comunidad da muy poco para lo que es la fiesta y el evento que más dinero hace entrar en la Comunidad de Madrid. Se habla de cerca de 100 millones de euros que entran en todo el mes de junio con cerca de 1 millón de visitantes.

– Las reformas que usted describe surgen a partir de la alianza entre la derecha y la ultraderecha, expresada por el Partido Popular (PP) y Vox, respectivamente…
– Esa unión lo que ha demostrado es que el PP pensaba que le restaba votos a la ultraderecha y se ha convertido en otra ultraderecha. El PP, la derecha española, se ha radicalizado y ha llevado unos discursos que antes no tenía. Es una Ayuso que no tiene nada que ver con la Ayuso de 2012. Ha ido transmutando y radicalizándose para convertirse en otro ser desconocido. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz anunciaron que iban a hacer un pacto de Estado por los derechos de las personas LGTBI ante los intentos de involución de Ayuso. Por mucho que haga jamás podrá estar encima de las leyes nacionales: no podrá tocar el DNI, el carnet, tantas cosas.

– ¿Cómo ve en el mundo esta dinámica de radicalización hacia la ultraderecha?
– Hay un intento de expansión de la ultraderecha. Han encontrado un caldo de cultivo de descontento social y económico global y lo han aprovechado. Acá en España pensábamos que nunca llegaría la ultraderecha; entiendo que ustedes, en Argentina, tampoco.

– ¿Por qué cree que la ultraderecha apunta contra cuestiones de género con tanta saña?
– Porque desgraciadamente la transfobia se ha puesto de moda. De pronto un grupo super minoritario lo han convertido en, pues, los nuevos judíos del siglo XXI. Parecemos los culpables de todos los males de esta humanidad. Es la búsqueda eterna de culpables; lo hemos visto a lo largo de toda la historia. Nos han focalizado como pervertidos, degenerados, violadores, ladrones. Quieren distorsionar la realidad creando una imagen global de personas peligrosas y delincuentes, dejando afuera a las personas empleadas, trabajadoras, que están estudiando, que estamos en los parlamentos. Van buscando los casos, con una lógica muy casuística.

– ¿Qué estrategias te parecen pertinentes para combatir experiencias como lo que está ocurriendo en Madrid?
– Si nos unimos se puede derrotar el avance de la derecha y la ultraderecha. En España son malos días para los dos partidos (Vox y PP). Cuando se ha votado en el Congreso nos hemos levantado la parte decente y nos hemos puesto a aplaudir porque habrá un Gobierno de coalición: Pedro Sánchez será presidente del Gobierno de España y Yolanda Díaz, vicepresidenta. Sí, se puede frenar a la ultraderecha.





Fuente Telam