Algunas cuestiones gozan de cierto consenso: es sabido que podemos intentar sentirnos mejor, trabajar el bienestar e incluso aprender a ser optimistas.
Pero ¿podemos aprender a ser felices? ¿Es la felicidad algo en lo que se pueda “trabajar”? ¿Si la entrenamos, puede permanecer por más tiempo? Al parecer, sí. Pero si queremos sostenerlo en el tiempo y obtener beneficios duraderos, debemos seguir practicando.
Así lo sostiene un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bristol (en Inglaterra) pionero en su tipo. En estudios previos, el equipo a cargo del curso “Ciencia de la felicidad” ya había descubierto que enseñar a los estudiantes los últimos estudios científicos sobre la felicidad generaba una marcada mejora en su bienestar.
Pero su último trabajo dio un paso más, al hallar que estos aumentos del bienestar son de corta duración, a menos que los hábitos basados en evidencia y aprendidos en el curso (como la gratitud, el ejercicio, la meditación o llevar un diario) se mantengan a largo plazo.
“Es como ir al gimnasio: no podemos esperar hacer una clase y estar en forma para siempre. Al igual que con la salud física, tenemos que trabajar continuamente en nuestra salud mental; de lo contrario, las mejoras serán temporales”, asegura el profesor Bruce Hood, autor principal de la investigación publicada en la revista Higher Education.
Ciencia de la felicidad
Lanzado en 2018, el curso “Ciencia de la Felicidad” de la Universidad de Bristol fue el primero de su tipo en el Reino Unido. En sus contenidos no incluía exámenes ni trabajos prácticos, sino que lo que enseñó a los estudiantes es lo que los últimos estudios revisados por pares en psicología y neurociencia dicen que realmente contribuye a hacernos felices.
Los estudiantes que tomaron el curso informaron una mejora del 10 al 15% en su bienestar. Pero sólo aquellos que continuaron implementando los aprendizajes mantuvieron esa mejora cuando fueron encuestados dos años después.
Lo novedoso de la nueva investigación, basada en la experiencia de 228 estudiantes universitarios de diversas disciplinas, es que se trata de la primera en hacer un seguimiento del bienestar de los estudiantes en un curso de felicidad mucho después de haber finalizado.
Del total, 115 estudiantes (51% del grupo) habían continuado practicando las actividades recomendadas y fueron precisamente quienes mantuvieron mayor bienestar mental.
La técnica más comúnmente reportada que los estudiantes continuaron usando fue la gratitud (37%), incluyendo escribir cartas de agradecimiento a otros y hacer listas de cosas por las que estaban agradecidos (por ejemplo, tres cosas buenas).
Otras técnicas comúnmente reportadas fueron atención plena/meditación (33,63%), ejercicio físico (21,24%), llevar un diario (17,70%) y practicar la amabilidad (10,62%).
Salir de uno mismo
“Este estudio muestra que el hecho de hacer un curso, ya sea en el gimnasio, en un retiro de meditación o en uno específico sobre felicidad basado en evidencia como el nuestro, es solo el comienzo: debés comprometerte a utilizar lo que aprendés de forma regular”, asegura Hood.
Y añade: “Gran parte de lo que enseñamos gira en torno a intervenciones de psicología positiva que desvían la atención de uno mismo, ayudando a los demás, estando con amigos, agradeciendo o meditando”.
Si bien admite que se trata de “lo opuesto a la actual doctrina de ‘autocuidado’”, también señala que “innumerables estudios han demostrado que salir de nuestras propias cabezas nos ayuda a alejarnos de las cavilaciones negativas que pueden ser la base de tantos problemas de salud mental”.
Consejos para lograr un mejor bienestar
Hood sintetizó los principales ejes en un nuevo libro: ‘La ciencia de la felicidad: siete lecciones para vivir bien’, en las que propone una hoja de ruta basada en evidencia para lograr un mejor bienestar.
Las conclusiones del curso “La ciencia de la felicidad” incluyen:
- Hablar con extraños nos hace más felices, a pesar de que la mayoría de nosotros evitamos esos encuentros.
- Las redes sociales no son malas para todos, pero pueden serlo para quienes se centran en su reputación.
- La soledad impacta en nuestra salud al dañar nuestro sistema inmunológico.
- Dar regalos a otros activa los centros de recompensa de nuestro cerebro, lo que a menudo proporciona más felicidad que gastar dinero en uno mismo.
- Caminar en la naturaleza desactiva la parte del cerebro relacionada con las cavilaciones negativas, que se asocian con la depresión.
- La bondad y la felicidad están correlacionadas.
La salud mental: una preocupación
El bienestar mental es una de las principales preocupaciones entre los estudiantes universitarios, señala el estudio. De hecho, en una encuesta realizada a 37.500 estudiantes de 140 universidades del Reino Unido, el 22% de informó un diagnóstico de salud mental actual,y el 88% sentimientos de ansiedad.
El mismo año, otra encuesta realizada a 12.730 estudiantes de 14 universidades del Reino Unido reveló que el 45% informó que experimentaba problemas de salud mental, y la mayoría síntomas de ansiedad y depresión.
Video
El psicólogo Martín Reynoso presenta un ejercicio que incluye<br />
respiración consciente, agradecimiento al despertar, e intenciones.
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