El vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que a Occidente “no le conviene” enviar tropas a Ucrania, luego de que líderes europeos dijeran que algunos países lo tienen bajo consideración y que es algo que no puede descartarse.
“No le conviene para nada a esos países, y deben ser conscientes de ello”, declaró el portavoz Dmitri Peskov a periodistas en Moscú, y agregó que el simple hecho de plantear esa posibilidad supone “un nuevo elemento muy importante” en el conflicto.
El presidente Emmanuel Macron dijo que un envío de tropas a Ucrania no podía descartarse
Los comentarios llegaron luego de que el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, dijera el lunes que algunos países sopesaban alcanzar acuerdos bilaterales de seguridad con Ucrania para enviar tropas a combatir contra las fuerzas invasoras rusas.
Fico dijo que su gobierno no planea proponer el envío de soldados eslovacos, pero no proporcionó detalles sobre qué países podrían estar considerando tales acuerdos o qué harían las tropas en Ucrania.
En Francia, al recibir a Fico y una veintena más de líderes de 20 países para discutir cómo aumentar la ayuda a Ucrania, el presidente Emmanuel Macron dijo que un envío de tropas a Ucrania no podía “descartarse”.
Una derrota estratégica
Peskov comentó que el Kremlin era “consciente de la posición de Macron sobre la necesidad de infligir una derrota estratégica a Rusia“, informó la agencia de noticias AFP.
El portavoz respondió también a la pregunta de si la presencia de tropas de países miembros de la OTAN en Ucrania desembocaría en una confrontación directa entre la Alianza atlántica y Rusia.
“En ese caso tendríamos que hablar no de una posibilidad, sino de la inevitabilidad” de esa confrontación, dijo. “Y esos países tienen (…) que preguntarse si [la confrontación con Rusia] les conviene, y sobre todo, si le conviene a sus ciudadanos“, advirtió.
Las declaraciones generaron malestar en Francia, donde el líder de izquierda Jean-Luc Mélenchon calificó de “locura” enviar tropas a Ucrania
El primer ministro francés, Gabriel Attal, afirmó este martes a la radio RTL que “no se puede excluir nada” en una guerra que transcurre “en el corazón del Europa y a las puertas de la Unión Europea”.
Las declaraciones generaron malestar en Francia, donde el líder de izquierda Jean-Luc Mélenchon calificó de “locura” enviar tropas a Ucrania y la extrema derecha consideró que Macron “perdió su sangre fría”.
En Suecia, que el lunes superó su último obstáculo para convertirse en el miembro número 32 de la OTAN, el primer ministro Ulf Kristersson dijo que el envío de tropas a Ucrania “no está en la agenda por el momento”.
“No hay una petición” por parte de Ucrania de tropas de países occidentales en el terreno, afirmó a la cadena pública sueca SVT, aunque sin descartar esta posibilidad en un futuro.
Kristersson destacó que actualmente Suecia está concentrada en el envío de “equipamiento avanzado a Ucrania”, después de que el 20 de febrero su Gobierno anunciara un nuevo paquete de ayuda militar por 682 millones de dólares.
La mayor parte de la dotación consiste en municiones de artillería, buques de guerra, sistemas de defensa antiaérea y granadas, que la exrepública soviética reclama insistentemente para luchar contra la invasión rusa.
Rusia dice que evitó un ataque con gas tóxico
En Rusia, en tanto, autoridades afirmaron que el Ejército ruso impidió un ataque con gas tóxico que los servicios especiales ucranianos proyectaban lanzar en la sureña provincia ucraniana de Zaporiyia, que está ocupada por las fuerzas rusas.
“Se ha frustrado un intento de los servicios especiales ucranianos de cometer un atentado en la región de Zaporiyia mediante el uso de un equivalente al agente militar tóxico ‘BZ’, según la clasificación de la OTAN”, indicó el Servicio de Seguridad Federal ruso FSB.
Un comunicado del FSB señaló que en la operación se incautaron agentes tóxicos que “se utilizan en la fabricación de armas químicas de destrucción masiva y fueron desarrollados en Estados Unidos”.
El estado de la guerra
Ucrania está a la defensiva desde el fracaso de una contraofensiva para retomar territorios ocupados por Rusia, que encima se siguió de una brusca disminución del apoyo militar que había recibido hasta entonces de Estados Unidos y otros países de la OTAN.
Esto ha permitido a Rusia retomar la iniciativa a lo largo de la línea de frente de 1.000 kilómetros, y en días recientes conquistó la ciudad de Avdiivka, en la ocupada provincia oriental ucraniana de Donetsk, y poblados cercanos.
El Ejército ucraniano dijo este martes que las fuerzas rusas seguían avanzando hacia el oeste y el noroeste de Avdiivka, una localidad cercana a Donetsk capital que tenía unos 30.000 habitantes antes de la guerra.
El Ejército ucraniano confirmó que Rusia tomó el poblado de Lastochkine, al oeste de Avdiivka.
Cada vez hay más dudas sobre la viabilidad del apoyo a largo plazo de Estados Unidos a Ucrania, especialmente ante la posibilidad de un regreso a la Casa Blanca del líder republicano Donald Trump, que admira a Putin y promete terminar con la guerra “en 48 horas”.
Además, un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania sigue bloqueado en el Congreso estadounidense por legisladores del Partido Republicano que responden a Trump y que exigen atarlo a un refuerzo de la seguridad en la frontera con México para frenar la inmigración ilegal.