El sector cultural no resultaba particularmente afectado por el megadecreto ideado por Federico Sturzenegger, pero se sabía que el ajuste le llegaría. Este fin de semana, al referirse al paquete “más grande” de reformas que irá al Congreso, el economista anticipó modificaciones en los “modos de financiamiento” de los organismos del sector. Para defender esta idea, lanzó duras críticas al funcionamiento del Incaa y especialmente del Instituto Nacional del Teatro (INT). La comunidad artística le respondió, defendiendo de la estigmatización a ambas entidades.
Qué dijo Sturzenegger
El sábado, Sturzenegger anticipó que un nuevo paquete de reformas incidiría en la cultura (y otras áreas). Para justificarlas, hizo fuertes denuncias sin aportar pruebas y desplegó falacias y distorsiones. “Va a cambiar la manera en la que se dan los subsidios a una más transparente. Los kirchneristas montaron una gran estructura de control de la cultura, no solo en el Incaa, de manera más oculta también en el Instituto del Teatro”, acusó. “Cuando sacaron la Ley de Medios hicieron una cosa que se llamó asignación específica, le cobraron un montón de impuestos a los medios para financiar al INT y al Incaa”, agregó.
La acusación más grave involucra a La Cámpora: según el asesor, el INT tiene “un montón de seccionales, unidades básicas en todas las provincias desde las cuales el kirchnerismo y La Cámpora repartían plata a la cultura”. Como sociedad no sabemos cuánta plata era, porque era un chorro de guita que venía de estos impuestos que venía por un caño oculto y caía ahí”, remató. El mensaje incluyó, claro, la idea de que la asignación de recursos era discrecional, “usada políticamente”. “En vez de recibir los recursos de manera directa, el Incaa, el INT van a a tener que ir al Congreso”, indicó.
Aunque el ideólogo del DNU no precisó cómo se plasmará el ajuste, puede que el plan del Gobierno sea meterse con los fondos de fomento que hace décadas respaldan a los organismos de la cultura, algo que ya intentó Mauricio Macri en su presidencia, con la aprobación de una reforma que hacía caducar esas asignaciones en diciembre de 2022. El colectivo Unidxs por la Cultura logró evitar el “apagón cultural”, ya que en octubre del año pasado el Senado aprobó la prórroga de las asignaciones específicas para el sector por 50 años.
Reacciones de la comunidad artística
El INT se financia con el 10 por ciento de los ingresos recaudados por el Enacom. El INCAA, con el 25 por ciento de esa recaudación, a lo que suma un impuesto del 10 por ciento sobre el precio de entradas de cine y del 10 por ciento del precio de venta de videogramas grabados, entre otros ítems. Cada año las autoridades de los organismos elevan su presupuesto de ejecución al Congreso, que aprueba el destino de los recursos y puede sumar fondos a los que ya están asegurados.
Como una de las promesas de campaña fue, directamente, el cierre del INCAA, lo que más sorprendió de las declaraciones de Sturzenegger fue su ensañamiento con el teatro. “No estábamos en el radar del nuevo gobierno. Hasta ahora ni nos habían nombrado”, desliza Gonzalo Pérez, presidente de la Asociación Argentina del Teatro Independiente (ARTEI). “Nada está oculto en el Instituto Nacional del Teatro” es el título de un comunicado firmado por ARTEI y otras organizaciones, como la Asociación Argentina de Actores y Actrices, Grupos Estables de Teatro Independiente (GETI), la Asociación de Profesionales de la Dirección Escénica Argentina (APDEA) y Espacios Escénicos Autónomos (Escena).
El texto incluye una serie de aclaraciones: los recursos del INT “son públicos y se aprueban todos los años en el Congreso junto al Presupuesto”; los “teatristas de todo el país” conocen “tanto el origen como la asignación de los fondos porque son públicos y transparentes”; “la sociedad toda puede acceder a la información”. El documento advierte que con el nacimiento del INT no se creó ningún impuesto, sino que se asignó a la actividad un porcentaje de tasas y multas ya existente. “Los recursos se distribuyen y asignan en forma democrática y federal. Los integrantes del INT, representantes de cada provincia, son elegidos por Concurso Público (…)”, plantea el comunicado. Y responde a la idea de utilización política del dinero: “Nunca se le exigió a ningún beneficiario una determinada línea u orientación artística o política.
Otra reacción fue la que volcaron en Twitter los consejeros y consejeras regionales y representantes del Quehacer Teatral del INT, quienes comunicaron que habían solicitado una reunión de carácter urgente al secretario de Cultura, Leonardo Cifelli. Para ellos, las declaraciones de Sturzenegger podrían generar una “estigmatización del hacer teatral que para nada beneficia al vínculo que desde el INT y desde la trayectoria del teatro argentino se ha construido con el público”.
Del ámbito del cine se expresó Gui.Ar, agrupación de guionistas. En sus declaraciones a Radio Mitre, el economista había dicho que las leyes de la cultura son de la época de Onganía. En su comunicado, Gui.Ar aclaró que, si bien la Ley de Cine (17.741) fue promulgada durante el gobierno de Onganía, fue “completamente modificada” en 1994. Además, la organización remarcó los “mecanismos independientes de selección” para el otorgamiento de créditos y subsidios, definió al cine argentino como “plural y federal” y a los fondos que a él se destinan como “autárquicos y transparentes”.