Santiago Bausili es uno de esos macristas que en su curriculum exhiben trayectoria de ambos lados del mostrador. Y en su caso es literal: durante el gobierno de Mauricio Macri trabajó técnicamente al mismo tiempo para el Deutsche Bank y para el Estado argentino. Fue denunciado y procesado por negociaciones incompatibles con la función pública. Javier Milei lo eligió para presidir el Banco Central y la Justicia hizo uno des sus primeros aportes al gobierno de La Libertad Avanza: un día antes de que se anunciara formalmente su designación le revocó el procesamiento.

Hombre de confianza del futuro ministro de Economía de Javier Milei, Luis “Toto” Caputo, Bausili estaba procesado por negociaciones incompatibles con la función pública mientras se desempeñó al frente de la Secretaría de Finanzas del gobierno de Mauricio Macri.

Bausili es socio de Caputo en la consultora Anker. Antes embarcarse en esa iniciativa conjunta juntó experiencia en la banca privada: durante 9 años trabajó en el Deutsche Bank (DB). Llegó a esa entidad tras 11 años en JP Morgan.

Entre 2007 y 2013, estuvo en la oficina de Nueva York del DB. En 2013, se mudó a Buenos Aires para seguir trabajando para la misma entidad. Cuando Macri llegó al gobierno y lo puso al frente de la Secretaría de Finanzas, Caputo llevó a Bausili a trabajar con él. Su nombramiento se firmó el 26 de enero de 2016.

En ese momento comenzaron las irregularidades por las cuales Bausili fue procesado. Según los papeles, recién se desvinculó cinco días después del DB. Es decir que técnicamente trabajaba para el DB y para el Estado argentino. A pesar de que ya no reportaba en el DB, Bausili recibió “remuneraciones diferidas” entre 2016, 2017 y 2018. Además, tuvo acciones en el DB, por lo que tenía intereses en que al banco le fuera bien.

Como secretario de Finanzas, Bausili se involucró en los procedimientos para designar y pagar a los bancos que intervinieron en la colocación de los títulos de deuda pública emitidos por el Estado argentino. Uno de ellos fue el DB, su antiguo empleador con el que lo unían acciones y un plan de pago.

La ley de Ética Pública establece que un funcionario no puede intervenir en trámites que involucren a personas y asuntos con los que tuvo algún tipo de vinculación en los tres años inmediatamente anteriores.

Es por eso que el juez federal Sebastián Casanello lo procesó en 2021 por negociaciones incompatibles con la función pública pero luego la Sala II de la Cámara Federal porteña revocó su fallo. La mayoría del tribunal de Comodoro Py entendió entonces que Bausili había tenido participación, pero no incidencia en lo que pasó con el DB.

En septiembre pasado, Casanello insistió con el procesamiento de Bausili. El magistrado tomó esa decisión porque de la investigación que realizó el juzgado surgió que entre 2007 y 2016 fue ejecutivo del DB, fue nombrado por el gobierno de Macri antes de haberse desvinculado de la banca privada, fue beneficiario durante la mayor parte de su gestión de un plan de pagos acordado anteriormente con el banco y así percibió cuotas en calidad de remuneraciones diferidas y acciones, intervino en actos administrativos trascendentes a pesar de ser un exempleado del DB,  y en 2016 se excusó formalmente de intervenir en un expediente pero siguió gestionándolo.

Ante la decisión de Milei de ponerlo al frente del Banco Central, la Cámara Federal porteña vovlió a fallar a favor de Bausili y le allanó su regreso a la función pública.



Fuente-Página/12