El guitarrista Pablo Guyot y el bajista y cantante Alfredo Toth, dos íconos del rock argentino que acompañaron con sus canciones y su singular sonoridad a varias generaciones, regresarán a la escena porteña para presentarse este sábado a las 20.30 en la porteña La Trastienda, donde harán repaso por varios de los éxitos de GIT, banda que fue clave en los 80.
Amigos, compañeros de ruta y socios musicales, Toth y Guyot se conocen desde hace más de 40 años, fueron parte de la base musical de Charly en las presentaciones de “Clics modernos” (1983) y grabaron en “Piano Bar” (1984); también se dedicaron a la producción artística (desde 1994) de bandas y solistas como Los Piojos, Bersuit, Nito Mestre, Guasones, Ratones Paranoicos y Los Tipitos.
La dupla creativa viene de tocar en Chile y Perú y ahora se prepara para su reencuentro con el público porteño después de una pausa de cuatro años. “Es algo que nos debemos digamos, nos regalamos ahora”, coincidieron los músicos en una entrevista con Télam realizada en la sala de ensayo del barrio porteño de Paternal, en la que se preparan para este show.
Junto con Marcelo Mapelman en batería, el guitarrista Guillermo Cudmani y el tecladista Pablo Echeverry, Toth y Guyot tocarán en Balcarce 460 de la Ciudad de Buenos Aires varios de sus hits históricos, como “Es por amor”, “La calle es su lugar”, “Siempre fuiste mi amor”, “No hieras mi corazón”, “Toque de queda”, “Para Pau”; y temas nuevos como “Solo pidan solo pido” (de Toth).
“Con esta formación realmente los temas están sonando muy bien –expresó el bajista-. Estamos logrando algo distinto, totalmente aparte. Hicimos unas variaciones de las canciones en estos años, pero básicamente la esencia es más o menos la misma, el audio es un poco más más moderno porque pasó el tiempo”.
En la charla, Guyot destacó la importancia de estar tocando con los músicos que tienen ganas, a los que les gusta ensayar y que se llevan bien.
A lo largo de cuatro décadas trabajaron juntos y por separado; tocaron en Los Gatos y en las bandas de Nito Mestre, León Gieco, Raúl Porchetto, Miguel Mateos, Piero y Charly García; y formaron, junto al baterista Willy Iturri, el exitoso trío de los 80 GIT, que entre 1985 y 1992 publicó cinco discos de estudio.
Acerca de su vínculo a través de los años, indicaron que si bien estuvieron un tiempo distanciados –durante un año-, siempre pusieron por delante la amistad y la música. “Nos conocernos y sabemos que nos queremos como hermanos, vas creciendo en la vida y capaz en alguna etapa no coincidís, pero siempre tratamos de entendernos, de cuidarnos y de decir las cosas que nos pasan”, dijo Guyot.
“Con las comunicaciones todo se universalizó, entonces cualquiera que esté componiendo en un cuarto lo puede compartir con todo el mundo. Lo escucha, eso cambió para bien, aunque a veces hay tanta maraña de cosas que es difícil reconocer lo que está bueno”Alfredo Toth
-¿Cómo se preparan para este show en La Trastienda? ¿Cómo viven el hecho de que el público siga pidiendo temas que tienen tanta historia? ¿Lo disfrutan?
Alfredo Toth: Estamos contentos, por suerte nos gustan los temas y todavía lo disfrutamos. La gente siempre los espera.
Pablo Guyot: Cuando tocamos en Perú y Chile la mitad del público eran chicos de 15 a 20 años que ya sabían todos los temas, porque posiblemente los padres los habían torturado (risas). Nos sorprendió mucho para bien. Ellos no pudieron vernos en vivo y esta fue una oportunidad. Todavía estamos vivos.
AT: Es importante ir para atrás y pensar que no todo empiece con lo de hoy.
–Es interesante como a pesar de los cambios en la industria de la música que hubo en estos años, el sonido de GIT y sus canciones tienen tanta vigencia…
PG: Hubo un cambio bastante fuerte. Hay cosas que nos gustan mucho, pero también eso mismo que está tan potenciado por las redes provoca que la gente también tenga ganas de ver cosas, de escucharnos. Mucha gente tiene curiosidad por todo lo que no conoce.
AT: Con las comunicaciones todo se universalizó, entonces cualquiera que esté componiendo en un cuarto lo puede compartir con todo el mundo. Lo escucha, eso cambió para bien, aunque a veces hay tanta maraña de cosas que es difícil reconocer lo que está bueno.
-¿Cómo ven hoy su historia, el hecho de haber tocado desde adolescentes y de haber llegado a acompañar a figuras como Charly García?
PG: La verdad que todo esos caminos que tuvimos que cruzar fueron buenísimos. Agradecemos, podemos decir que son suerte, pero también el mismo tiempo pusimos la garra para que no. Pudimos aprender y pudimos estar ahí, en contacto y de manera apasionada. En ese momento se hablaba de estar en el camino. Este año se cumplen 40 años de “Piano bar” (registrado en Nueva York) y del primer disco solista de Andrés Calamaro, “Hotel Calamaro”, en el que fuimos parte de la banda. Y un montón de cosas más que hicimos ahí en el camino.
–También trabajaron mucho como productores de bandas importantes. ¿Podemos decir que estar del lado de la producción es un trabajo que permite sacar lo mejor o potenciar la música de otros?
PG: Sí, como productores nuestro lugar es ayudar a encontrar todo el equilibrio para que la banda florezca lo mejor que pueda, no que haga lo que vos querés, si no tratar de sacar para afuera lo que ellos son.
AT: Siempre me fascinó trabajar en grupos y me sigue fascinando. Me encanta elaborar con gente, me encanta estar acompañado, compartir.
-¿Hay en ustedes una cierta nostalgia por aquellos años 80 o solo fue una etapa?
PG: Siempre hay cosas lindas de épocas de hace mucho tiempo que te encantan y que no sé si es melancolía, es lindo tener buenos recuerdos.
AT: Siempre nos gusta ir para el frente.