La Fundación Red por la Infancia presentó el informe “Fuera de las Sombras”, sobre cómo 60 países
del mundo que representan el 85% de la población mundial de niños, niñas y adolescentes están
previniendo y respondiendo al abuso y la explotación sexual (AES) en la infancia y adolescencia.
Argentina ocupa el puesto 49 de 60 países y se encuentra en el último puesto a nivel regional.
El informe se presentó en el marco de la Comisión Bicameral del Defensor del Niño, Niña y
Adolescente ante Senadoras y Diputadas, autoridades del Poder Ejecutivo nacional, jueces y
defensores del Poder Judicial de la Nación.
Según el trabajo presentado, 400 millones de niñas, niños y adolescentes son víctimas de explotación y abuso sexual en el
mundo. La prevalencia es similar independientemente del grado de desarrollo de los países, lo que
cambia es lo que están haciendo los países frente a este flagelo creciente.
El informe se presentó en el marco de la Comisión Bicameral del Defensor del Niño, Niña y Adolescente ante senadoras y diputadas, autoridades del Poder Ejecutivo nacional, jueces y defensores del Poder Judicial de la Nación.
Si bien la Argentina se destaca por tener buenas leyes de protección a las víctimas, ya que los delitos no prescriben, las víctimas de trata no son criminalizadas y se garantiza el acceso a la ILE y a la salud pública, debería tipificar como delito la compra y venta de niños y revisarse la edad de consentimiento, ya que el Comité de los derechos del niño considera que los 13 años es “muy baja”, mientras que la media en la región es de 15 años y en Europa de 18.
Paula Wachter, directora ejecutiva de Red por la Infancia, sostuvo que “se necesita construir un sistema de respuesta que aborde todas las dimensiones del problema: buenas leyes que protejan a los niños, políticas públicas que aumenten los factores de protección, compromiso de los gobiernos para elaborar un plan nacional para prevenir y abordar la violencia sexual en la infancia con presupuestos adecuados”.
“También necesitamos sistemas de apoyo y recuperación a los niños víctimas y un proceso de justicia amigable a los niños que sancione a sus agresores en un tiempo razonable”, añadió.
Asimismo, Wachter remarcó que “al igual que en el resto del mundo, Argentina enfrenta los mayores desafíos en la elaboración de un plan nacional de lucha contra el abuso sexual y en la producción de estadísticas confiables sobre los casos de violencia en la infancia y cómo los mismos se resuelven en el proceso judicial”.