Las entradas para eventos con el nivel de demanda como el partido entre Argentina y Uruguay y los recitales de Taylor Swift suelen agotarse de inmediato. En estos casos  la búsqueda de sitios de reventa de entradas aumenta. Viagogo, a pesar de ser la cuarta empresa con más denuncias en Defensa al Consumidor, es una de las webs más consultadas. Por qué Viagogo no es confiable para comprar entradas: precios en dólares y estafas.

Qué es Viagogo

Viagogo es un sitio web de compra y venta de entradas para diferentes eventos que opera en todo el mundo. En la plataforma aseguran que “facilitan el acceso a más de 50 millones de eventos” y que dan la “libertad de comprar o vender desde cualquier dispositivo en casi cualquier moneda o idioma del mundo y en todo momento”. 

La empresa fue fundada en 2006 por Eric Baker en Londres, Inglaterra, aunque hoy en día tiene presencia física en Ginegra (Suiza), Toronto (Canadá) y Delaware (Estados Unidos), este último conocido por ser un paraíso fiscal.

Taylor Swift y Argentina vs Uruguay: Viagogo no es confiable para comprar entradas

Viagogo es la cuarta empresa con más denuncias en Defensa al Consumidor. Hay quienes aseguran que nunca recibieron los boletos o que los que les llegaron eran falsos y no pudieron ingresar a sus respectivos eventos.

Pero el principal motivo de los reclamos no es la falsedad o la no entrega de las entradas, sino la facturación. Si uno consulta el sitio web para, por ejemplo, comprar una Platea Alta K para el partido entre la selección argentina y Uruguay en La Bombonera, le figuran precios en torno a los $99.000. El valor en la venta oficial fue de $77.000, entonces a primera vista no parece haber un aumento exponencial. 

El problema es que si uno elige ver los valores en dólares estadounidenses, el número que figura para ese mismo boleto es de $281, por lo que la pesificación que hace la web y que figura en todo el proceso de compra es de 352,31 pesos por dolar, algo por debajo de la cotización del dólar oficial ($365,50)

La sorpresa se la llevan los usuarios cuando en los resúmenes de sus tarjetas les aparece el recargo del 75% al dólar oficial, compuesto por el 30% del Impuesto PAIS, el 45% en concepto de percepción a cuenta de Ganancias y un 25% de Bienes Personales. De esta manera, esos $99.000 iniciales se transforman en $205.411, pues se les cobra con la cotización del dólar tarjeta ($731), que es el tipo de cambio con el que se concretan las operaciones en moneda extranjera.

“No me pareció caro en el momento cuando la fui a comprar, pero después cuando se debitó en Mercado Pago me apareció un monto que era casi el triple. Me figuraba el Impuesto País y en la web estaba en pesos”, cuenta Rosario, víctima de Viagogo, en diálogo con Página|12. “Quise desconocer la compra, pero no había botón de arrepentimiento, agregó la damnificada.

“No tenés con quién comunicarte, nunca te responden los mails. Abrieron una investigación que fue un solo mail que me mandaron, no pasó más nada”, cerró. Y es que la empresa nunca se hace cargo de estos reclamos. En este caso la entrada sí llegó, aunque varias semanas después, pero en muchos otros no y Viagogo nunca se hace cargo.

En el propio sitio web aclaran que los impuestos ya están incluídos en el valor que figura, además de sostener que “las tasas que se cobran se reflejan en su totalidad; no encontrarás tasas ocultas nunca”. 

Denuncias a Defensa al Consumidor

La Resolución 424/2020 Secretaría de Comercio Interior establece que las páginas web que venden productos o servicios deben incluir un botón de arrepentimiento para que el comprador pueda revocar fácilmente su compra. El problema en este caso es que como se mencionó antes la empresa no está radicada en el país y no tiene oficinas, por lo que, si bien debiera regirse por la legislación local aunque no tenga presencia en el territorio, las sanciones que impone Argentina son inaplicables.

“No tenemos eficacia con las normativas, si le ponés una multa no la pagan y listo. Hacés la denuncia penal y tampoco pasa nada. No tenemos mecanismos administrativos ni legislación para bloquear la web y tampoco se sabe si el ENACOM tiene la capacidad técnica para hacer eso con una empresa que no tiene los servidores en el país”, reconoce Alejandro Pérez Hazaña, director nacional de Defensa al Consumidor.

Facebook y Booking

Algo similar ocurre con empresas como Facebook y Booking. “Facebook tiene un estudio jurídico que es su apoderado en el país, pero es solo para la venta de publicidad, no podemos hacerlos cargo de las denuncias que recibe la red social”, agrega Pérez Hazaña. Otra manera de sancionar a esta empresa sería impedirle el giro de las divisas al exterior, pero desde el organismo público sostienen que tampoco tienen los procesos administrativos para bloquear los pagos.

Como estos problemas no son exclusivos de Argentina, Pérez Hazaña cuenta que hay comunicación entre las diferentes agencias de defensa a los consumidores del mundo, sobre todo con las del Mercosur —Comité Técnico Nº7—. Uno de los objetivos es el de obligar a las empresas a que al menos tengan servidores en el bloque regional para poder regularlas, pero esas políticas comunes entre Estados no avanzan por falta de presupuesto e iniciativa.

“Nosotros hacemos campañas de prevención, pero nunca tenemos el poder ni el presupuesto que tienen estas empresas para promocionarse“, se lamenta Pérez Hazaña. En julio de 2019, tras reclamos de usuarios y referentes de diferentes industrias, Google le prohibió a Viagogo hacer publicidad en su buscador, pero de todas maneras aún aparece como resultado orgánico (los que no son publicidad, sino los resultados que Google arroja primero) con varias búsquedas relacionadas al tema entradas. 

Cómo pedir la devolución del dinero

Si bien los reclamos a Viagogo no prosperan y la misma plataforma especifica que es imposible cancelar una operación realizada, desde Defensa al Consumidor aseguran que el usuario tiene derecho a hacer la denuncia en la empresa emisora de la tarjeta —Visa, Mastercard, etc— y al banco. Este último tiene la obligación de devolver el dinero y cancelar la operación.  



Fuente-Página/12