Distintas proyecciones sobre la producción de trigo de la actual cosecha coinciden en que podría estar en torno a los 15,5 millones de toneladas, resultado que marcaría un aumento de más del 25 por ciento (3,3 millones más) sobre la cosecha anterior. Dicho resultado no sólo representaría dejar atrás buena parte del impacto sufrido por la actividad con la sequía de la última temporada, sino que ofrecería un saldo disponible para exportación por 2700 millones de dólares en el trigo, que se sumaría a unos 920 millones de dólares que aportaría la cebada. 

De ese modo, el total de la cosecha fina, que se liquida habitualmente en su mayor volumen en el primer trimestre de cada año, podría dejar ingresos de divisas al país por más de 3600 millones de dólares en los primeros meses de 2024.

Un informe elaborado por Javier Preciado Patiño, director de RIA Consultores, señala que “las lluvias de la segunda quincena de octubre en las principales áreas
agrícolas de la Argentina mejoraron la perspectiva de producción de la
campaña 2023/24”. Puntualmente, subraya que las precipitaciones permitieron a los productores
retomar las siembras de maíz al tiempo que comenzaron con las de soja. 

En cuanto al trigo, afirma que las lluvias “mejoran las perspectivas al detenerse el deterioro
que se registraba en los lotes”. 

Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó la estimación de producción anterior de la campaña triguera. A principios de la campaña la había proyectado en 16,5 millones de toneladas, pero en su nuevo análisis publicado este jueves la reduce en 1,1 millones (a 15,4 millones de toneladas).

“Pese a la llegada de las lluvias en las últimas semanas, el aporte de las mismas no logra compensar los daños producidos por las heladas y por la sequía que atravesó el ciclo del cultivo durante los meses de invierno”, indica la Bolsa de Cereales, que culmina coincidiendo prácticamente con la estimación de RIA que se presentó el martes último.

Volviendo al estudio de Preciado Patiño, señala que la disponibilidad de trigo exportable podría rondar las diez millones de toneladas para la actual campaña 2023/24. Partiendo de una producción estimada de 15,5 millones de toneladas, a las que suma 2 millones de remanente no exportado de la cosecha anterior (2022/23), calcula una oferta total de 17,5 millones. De ese volumen, deben restarse 7,5 millones de toneladas que son las necesidades del mercado interno. De allí surge un volumen exportable en torno a los 10 millones. 

A un precio FOB en puerto argentino de 304 dólares por tonelada, este
volumen exportable representa US$3.040 millones. De ese valor, advierte el especialista, deben deducirse declaraciones juradas de exportación adelantadas (ya liquidadas) en la campaña anterior, por 300 millones de dólares. Por lo cual, bajo las anteriores hipótesis de oferta y demanda, “restarían por ingresar unos u$s 2700 millones”.

Por otro lado, el informe estima para la cebada -segundo cultivo en importancia de la cosecha fina- una producción de 5
millones de toneladas, 700 mil más que en la campaña anterior. 

“En función de la matriz de consumo interno (1,4 millones de toneladas), este volumen de producción permitiría exportar 2,4
millones de toneladas de cebada forrajera y 1,2 millones de cervecera”, afirma el documento. “A los valores FOB vigentes para esos productos, sumarían un valor de 924 millones de dólares”. 

Se concluye entonces que “en total, la campaña fina podría generar unos 3.600 millones de dólares para la
Argentina”. 

En la campaña 2022/23, las exportaciones de trigo y cebada acumularon unos 1960 millones de dólares hasta el mes de septiembre. Considerando que octubre y noviembre son los de menor actividad exportadora para estos granos, se estima que el total de la temporada (de diciembre 2022 a noviembre 2023), no superará los 2100 millones de dólares. En consecuencia el aumento previsto para la nueva cosecha fina sería, medido en dólares, del 70 por ciento.

Si así resultara, ya en el primer trimestre del próximo año “comenzaría a normalizarse el flujo de divisas por las exportaciones
agrícolas”, concluye el informe de RIA. 



Fuente-Página/12