PIBAS SUPERPODEROSAS – 6 PUNTOS

Argentina, 2023

Dirección y guion: Leonora Kievsky.

Duración: 79 minutos.

Estreno exclusivamente en Cine Gaumont.

Un plano general de la fachada de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini abre el juego. De inmediato, la pantalla les cede el lugar a algunos de sus detalles y ornamentos arquitectónicos: un puñado de querubines, la estatua de una mujer con uno de sus senos destruidos por el paso del tiempo (las posibles lecturas metafóricas corren por cuenta de cada espectador), la inscripción en el mármol de la escalera de entrada gastada por los cientos de pisadas cotidianas. 

El debut en el largometraje de la realizadora Leonora Kievsky sale en varias ocasiones de los confines de la prestigiosa institución educativa, llamada por todos aquellos que la conocen de cerca como “El Pelle”, pero todo parte desde allí. De esas aulas, de esos pasillos, de ese patio. Y su mirada, observacional pero nunca ajena, objetiva pero nada fría, hace de ese ámbito el núcleo central del relato documental, tan relevante como la etapa de la vida que atraviesan los sujetos que la cámara registra.

“Conocí a las jóvenes protagonistas de la película cuando estaban viviendo un proceso muy movilizador que se dio en las y los adolescentes de nuestro país con la irrupción del feminismo, con una profunda revisión de los vínculos entre los géneros, las relaciones de poder y sus propias identidades”, escribe Kievsky en la carta de intención que acompaña a la gacetilla de prensa del estreno. Se refiere a Ana, Lore y Milena, tres jóvenes que cursan el último año de la escuela secundaria y que participan activamente del centro de estudiantes, amén de otras actividades extracurriculares, algunas de ellas artísticas, otras políticas, o ambas cosas a la vez. 

Pibas superpoderosas –cuyo título juguetea con la famosa serie animada de televisión– fue filmada antes de la pandemia, es decir, antes de la aprobación de la Ley 27.610 y en pleno apogeo de la marea verde. Un momento especial en la historia del feminismo contemporáneo que es observado desde el punto de vista de las chicas. En el aula se discuten cuestiones ligadas a la identidad, a situaciones de abuso y también a la manera en la cual se “recuperan” las materias adeudadas hacia el final del curso.

Kievsky las sigue en su derrotero de varios meses antes de recibirse, las acompaña a un encuentro regional en La Plata, donde llevan a cabo una performance de evidente contenido simbólico, y acomoda la cámara para registrar un par de asambleas. Por el resquicio de ciertos planos se cuela el aburrimiento o desinterés de algunos compañeros y una conversación con uno de los profesores deja en claro que la llegada de la adultez es también un salto al vacío. ¿Qué carrera seguir? ¿Cómo continuar persiguiendo ideales en otros ámbitos muy diferentes al de la secundaria? Mientras el español “inclusivo” es amo y señor (la radio de la institución es bautizada Radia Amorfa) y el año lectivo llega a su final, Pibas superpoderosas termina imponiéndose como un relato de crecimiento en el cual la consolidación de la identidad va de la mano de los descubrimientos y, por lo tanto, de la experimentación.



Fuente Pagina12