Cuatro personas, entre ellas el piloto peruano Julio Rodríguez Granthon, un jefe narco detenido en una cárcel federal, fueron condenados este viernes a prisión perpetua por el asesinato Eduardo Trasante, el exconcejal de la ciudad de Rosario y padre de una de las víctimas del triple crimen de militantes sociales cometido en 2012, informaron fuentes judiciales.
Además de Rodríguez Granthon -actualmente alojado en el penal de Marcos Paz- fueron sentenciados como “coautores” del crimen de Trasante padre los acusados Alejo Leiva, Facundo Sebastián López y Brian Nahuel Álvarez.
Cerca de las 13, el Tribunal Penal de Primera Instancia de Rosario, integrado por Ismael Manfrín, Pablo Pinto y Paola Aguirre, condenó a los cuatro por el delito de “homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria y con el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego”.
Mientras que a López y Álvarez se les sumó la figura de “encubrimiento simple en calidad de autor”.
Los jueces sostuvieron en su sentencia que quedó demostrado durante el proceso oral que “hubo un conjunto de acciones con finalidad homicida repartidas entre varias personas”.
A su vez, indicaron que “cada acusado efectuó aportes que han producido sus efectos en la ejecución del plan” perpetrado para cometer el asesinato del exedil rosarino.
Para el tribunal, los cuatro imputados cumplieron diferentes roles con el fin de conseguir el Peugeot 308 robado que utilizaron para movilizarse los asesinos de Trasante, cuya identidad todavía se desconoce.
En esa línea, los jueces afirmaron que dicho automóvil no solo fue el que arribó el 14 de julio de 2020 la casa de Trasante e hizo una maniobra “llamativa” en momentos previos a su asesinato, sino que además “fue el vehículo que trasladó hasta y desde, adyacencias del lugar del hecho a quienes lo mataron”.
A su vez, afirmaron que fue Rodríguez Granthon, preso en aquel momento en el penal federal de Ezeiza, quien solicitó y financió a López y Álvarez para que consiguieran el vehículo empleado en el crimen, que fue encontrado unos días después.
Luego de cometido el hecho, López -hombre de confianza de Granthon en la vida extramuros- se hizo con la llave del rodado que estaba en poder de Leiva y gestionó el desguace en manos de terceros, detallaron.
Para el tribunal, el material probatorio obtenido del teléfono de Leiva y sus interacciones previas y posteriores al hecho, “no deja dudas”, de que este acusado “tuvo un papel de relevancia en el éxito de la empresa criminal emprendida”.
Eduardo Trasante, padre de Jeremías, uno de los chicos asesinados en el triple crimen de Villa Moreno en la madrugada de Año Nuevo de 2012, murió baleado en su casa el 14 de julio de 2020.
Eduardo Trasante, padre de Jeremías, uno de los chicos asesinados en el triple crimen de Villa Moreno en la madrugada de Año Nuevo de 2012, murió baleado en su casa el 14 de julio de 2020
Según se ventiló en el juicio oral, dos personas que dieron varias vueltas en auto por la manzana en la que está ubicado el domicilio, tocaron a la puerta de la vivienda y, tras mencionar que buscaban a una de las hijas del pastor, ingresaron al lugar.
Cuando la pareja de Trasante lo llamó y el hombre bajó de la planta alta fue asesinado de dos tiros delante de sus familiares.
La esposa de Trasante, Carolina Leones, quien fue testigo presencial del hecho, dijo tras escuchar la sentencia: “Estoy mas que agradecida, primero a Dios, como siempre profesando nuestra fe, la que Eduardo proclamó tantas veces y apostando a la justicia.”
“Todo lo que dijimos en conjunto con la querella se confirmó y se comprobó, quienes mandaron a matar a Eduardo estaban muy organizados, esto no fue un crimen al azar, esto no fue un ajuste de cuentas“, remarcó.
“Se hizo justicia por Eduardo”, afirmó la mujer y señaló: “Ahora llega un poco de paz para nosotros porque pudimos probar que Eduardo no le debía nada a nadie, que no se buscó su muerte.”
En ese sentido, sostuvo que su esposo fue asesinado “solamente por ser un referente contra la violencia, el narcotráfico, por estar frente a la lucha”.
En esa línea, tanto los fiscales Matías Edery y Gastón Ávila, como la querella a cargo de la abogada Gabriela Durruty, aseguraron estar “conformes” con la sentencia.
Al respecto, Edery señaló que “el tribunal entendió que hubo un plan concreto para llevar adelante un homicidio”.
“Rodríguez Granthon adquirió el auto para ponerlo al servicio de este plan criminal y entre los otros acusados hicieron inteligencia, fueron los que diagramaron toda la logística que les permitió a las personas que ingresaron a la casa de Trasante, matarlo como lo hicieron”, afirmó.
Por su parte, Durruty consideró: “El tribunal hizo todo lo que debía en el ámbito de resolución que tenía y también nos acompañó en el pedido al Ministerio Público de la Acusación de que continúe con las investigaciones porque faltan responsabilidades por deslindar, fundamentalmente, los dos extremos que no conocemos, quienes dieron la orden y la identidad de quienes dispararon.”
Sobre el móvil del asesinato, la querellante señaló que “siempre” sostuvieron que se había tratado de “un homicidio mafioso”.
“Trasante era un símbolo de toda la ciudad, un emblema a la hora de hablar y luchas contras las injusticias y de desandar las impunidades producidas a partir de los numerosos delitos a los que estamos acostumbrados, no hace falta que me explaye, estamos en la ciudad más violenta del país”, finalizó.
Vida de Trasante
Trasante ganó notoriedad pública tras el triple crimen de Villa Moreno, durante el largo período de reclamo de justicia.
En diciembre de 2017 fue electo concejal por el partido local Ciudad Futura, pero un año después dejó la banca por una denuncia de acoso.
En su actividad pastoral, en las cárceles, Trasante conoció a los asesinos de su hijo Jeremías, que fueron condenados, y los perdonó, según había contado.
En 2014, otro hijo del pastor, llamado Jairo, fue asesinado a la salida de un boliche bailable, tras una persecución originada en una presunta pelea.
Por su parte, los ahora condenados por el crimen del exconcejal no estuvieron este viernes presentes en la sala de audiencias y escucharon la lectura de la sentencia desde sus lugares de detención a través de la plataforma Zoom.
A lo largo del debate oral, que se extendió durante poco más de dos meses, no fueron juzgados los autores materiales ni intelectuales del crimen, quienes hasta el momento no pudieron ser identificados en la investigación del Ministerio Público de la Acusación (MPA).