Un ciudadano paraguayo apodado “El Carnicero”, quien logró mantenerse cinco años como uno de los prófugos más buscados de la Argentina, fue condenado hoy a prisión perpetua por el crimen de un empresario español ocurrido en 2017 en el barrio porteño de Caballito, hecho donde quedó filmado por las cámaras del edificio cuando, junto al exyerno de la víctima, bajaba el cadáver por el ascensor envuelto en un cubrecama.
El fallo fue a dado a conocer este mediodía en el Palacio de Tribunales por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de Capital Federal y recayó sobre Pedro Ramón Fernández Torres (57), quien ya había confesado en el juicio que culminó hoy su participación en el hecho, aunque negó ser él quien asesinó a la víctima, Roberto Fernández Montes (67).
Tal como había solicitado la fiscalía, los jueces Cinthia Oberlander, Alejandro Nocetti y Juan Manuel Grangeat dieron por probada la participación de “El Carnicero” en el crimen y lo sentenciaron a la pena máxima como coautor de un “homicidio agravado por alevosía”.
Más temprano, al hacer uso de sus últimas palabras frente a los jueces, vestido con una camisa leñadora a cuadros, Fernández Torres aseguró que no es “un asesino” y reiteró que sólo participó del hecho “para hacer un robo”.
Todo esto es algo de lo que estoy muy arrepentido”, expresó “El Carnicero”, al tiempo que aseguró haber estado “en el lugar equivocado” y sentirse arrepentido de haber conocido “a ese monstruo”, en referencia a Santiago Corona (41), el exyerno del empresario asesinado, ya condenado por el mismo hecho en un primer juicio.
En otro tramo de su exposición ante los jueces, Fernández Torres se disculpó con las hijas de la víctima: “Me gustaría que estén acá las hijas porque yo ya les estoy pidiendo perdón desde 2017, desde ese año les estoy pidiendo perdón a mis hijas, a la madre de mis hijas, que todas la pasaron mal”, dijo.
“Estoy sufriendo, no puedo dormir, ahora vine de la cárcel y tengo que tomar unas pastillas para dormir, estoy enfermo, tengo diabetes, presión alta, quiero ver a mis nietos, que no les vi nacer”, expresó.
La presidenta del TOC 5, la jueza Oberlander, adelantó que los fundamentos de la sentencia se conocerán el 24 de este mes.
El hecho por el que está siendo juzgado “El Carnicero” quedó filmado por las cámaras de seguridad del edificio donde vivía la víctima, en las que se ve como él y el exyerno del empresario bajan el cadáver por el ascensor envuelto en un cubrecama.
Finalmente, Fernández Torres terminó condenado a la pena máxima de prisión perpetua, tal como pidió en su alegato del 4 de este mes el fiscal de juicio Juan Manuel Fernández Buzzi, a pesar de los intentos de “El Caricero” de desligarse de la autoría material del homicidio y de los argumentos de su propia defensa, que pidió que sea condenado solo por el robo.
Se trata del segundo juicio oral que se realiza por el crimen del empresario español dedicado a la construcción, ya que en diciembre de 2017 había sido condenado a prisión perpetua el exyerno de la víctima, Corona, la persona a la que Fernández Torres intentó en este debate endilgarle toda la responsabilidad del homicidio.
Al declarar en la primera audiencia, el pasado 2 de octubre, Fernández Torres aseguró que él aceptó a participar de lo que supuestamente “solo iba a ser un robo” porque necesitaba 50.000 pesos, y que fue “engañado” y “amenazado” por Corona, a quien acusó de ser quien asesinó por la espalda y a puñaladas al empresario cuando estaban consumando el asalto.
Fernández Montes, nacido en España, era dueño de la empresa Mini Vial, dedicada a la venta y alquiler de maquinaria para la construcción y fue visto con vida por última vez el 21 de enero de 2017, cuando salió de su casa, en Aranguren 36 de Caballito, para ir a su trabajo.
Primero sus hijas denunciaron su desaparición como una búsqueda de paradero, pero, al revisar los videos de las cámaras del edificio, se descubrió que su entonces yerno Corona y un cómplice –Fernández Torres– lo habían asesinado en el departamento y habían llevado el cadáver en el ascensor envuelto en sábanas para cargarlo en el baúl de un Suzuki Fun negro que usaba el empresario.
El auto apareció incendiado el 23 de enero de ese año en el partido de Esteban Echeverría, en la esquina de uno de los domicilios de “El Carnicero”, mientras que el cadáver calcinado y seccionado en dos partes fue hallado al día siguiente en un camino vecinal llamado “Los Pozos” de Cañuelas.
Para los investigadores, Corona contrató a “El Carnicero” para que lo ayude a cometer el asesinato y el móvil del crimen fue económico, ya que cuando estuvo al frente de la empresa de su suegro, Mini Vial, lo estafó y provocó un perjuicio económico millonario, lo que llevó a que, a mediados de mayo de 2016, Fernández Montes lo separara de la compañía, lo echara del departamento donde después fue el crimen y analizara iniciarle una causa por la estafa.
Además, unos 20.000 dólares en efectivo que se cree el empresario español guardaba en el motor del jacuzzi de su bañadera fueron hallados en una bolsa, ocultos en el compartimiento de la goma de auxilio del Citroën C4 de Corona.
Fernández Torres contó que, a tres días del hecho, y aprovechando que la Policía había detenido por error a un mecánico –luego desvinculado de la causa–, se fugó a su país, Paraguay, y que pasó en remise por la frontera “como si nada”.
Allí, logró mantenerse prófugo durante cinco años pese a tener un pedido de captura internacional con alerta roja de Interpol y finalmente fue detenido el 8 de febrero de 2022 en la ciudad de Concepción, unos 400 kilómetros al norte de Asunción, y luego fue extraditado a la Argentina.