Patricia Bullrich pasó las últimas semanas intentando encontrar un eje de campaña que le permita recuperar el protagonismo. La candidata se mostró muy cómoda cuando enfrentó a Horacio Rodríguez Larreta y pensaba seguir con el mismo discurso si su adversario principal era Sergio Massa. El problema es que ahora tiene que competir con Javier Milei y por los mismos votos. Bullrich espera que una victoria en Santa Fe le dé un impulso a su candidatura y pegarse todo lo que pueda a Maximiliano Pullaro. También habrá que ver cómo retoma su relación con Mauricio Macri, que volverá de un viaje el lunes y que dejó trascender que piensa romper con la ambigüedad que le facturaron para elegir entre ella y Milei.
Bullrich enfrenta una serie de problemas consecutivos:
*A diferencia de Milei (que corrió solo en las PASO) y de Massa (que fideliza los votos de Juan Grabois) no tiene garantizado el traspaso directo de los votos de Larreta a ella. Eso la obligó a pasar las primeras semanas con fotos de cúpulas: con Larreta, con Diego Santilli, con los gobernadores electos que respaldaron a Larreta en la interna (que fueron todos menos Nacho Torres, que apoyó a ambos).
*Esa sucesión de fotos de dirigentes, llegaron a la conclusión en su equipo de campaña, da demasiado “casta”. Así que comenzaron con recorridas donde Bullrich busca sobre todo mostrarse con vecinos y vecinas. Un remedo de los actos del “Sí, se puede” de Macri.
*Bullrich buscó pelearle a Milei desde la imagen de una candidata con equipos. Lo presentó a Carlos Melconián como su superministro a futuro. Hizo presentación de líneas de gobierno, aunque sigue teniendo un problema: muchas son similares a las de Milei. Sigue el factor “segunda marca” en una competencia que es, básicamente, por los mismos votos.
Santa Fe, su ruta
Buena parte de las recorridas que se vienen son por provincias en las que Bullrich cruza los dedos para que haya victorias contundentes de Juntos por el Cambio. La primera parada será en Santa Fe, donde se pegará todo lo posible a Maximiliano Pullaro, que es el candidato que salió de las PASO santafesinas. Un detalle: Bullrich apoyó con ahínco a su adversaria Carolina Losada en una campaña que no tuvo nada de normal. Losada pasó buena parte del tiempo acusando a Pullaro de ser amigo de los narcos y hasta puso en duda que lo fuera a apoyar si perdía.
El dirigente santafesino, que proviene de líneas contrarias (Larreta y Martín Lousteau), hasta ahora le permitió sacarse fotos con ella. Habrá que ver si la sube al escenario. Por lo pronto, le hizo un regalo envenenado: dejó entrever que no la veía en un ballotage y dejó en claro que, en ese caso, él vota por Javier Milei.
Macri vuelve
El lunes Macri estará aterrizando de otro de sus viajes (en este caso, por España y otras ciudades de Europa). Desde su entorno dejaron trascender que tiene previsto responder al reclamo que le vienen haciendo desde el bullrichismo y que va a dar un apoyo contundente a Bullrich. Desde el entorno de la candidata, indican que está todo en negociación y todavía no hay una fecha o un encuentro de campaña firme.
La actitud de Macri ante la primera vuelta viene siendo tema de polémica desde el primer día. O desde la noche misma de la elección, cuando Macri se mostró muy elogioso con Milei. Luego Milei dijo que habían hablado y que le pensaba ofrecer un lugar en su gobierno. Macri hizo silencio, si bien es cierto que un dirigente muy cercano suyo, Fernando de Andreis, salió a rechazar la oferta. Pero Macri no dijo nada.
Uno de los primeros en quejarse de esto fue el ex ministro de Economía Alfonso Prat-Gay: “Dijo que iba a ser neutral en la interna y no fue neutral en la interna. Y ahora resulta que no solo no fue neutral en la interna sino que está siendo neutral en la general, porque hay una especie de coqueteo con Milei que confunde mucho al votante”.
También se sumó el ex jefe de bancada Nicolás Massot: “Hay una ambigüedad en la que pareciera que da todo lo mismo, y no es cierto. Me desilusiona que no hay nadie que lo tenga más claro que el propio Macri. Tiene que contestarle, no a mí, si no a los millones de argentinos que hace años confían en Juntos por el Cambio”,
Le siguieron otros dirigentes cercanos a Bullrich, hasta que ella misma lanzó una frase que dejó en claro que la relación era tensa: “Nosotros hemos estado siempre presos en Juntos por el Cambio de ‘qué iba a hacer Macri’ y me parece que no tenemos que estar más presos, Macri hace lo que él considera que tiene que hacer, nosotros tenemos que liberar a todo Juntos por el Cambio y que Mauricio se acomode cómo él crea que se debe acomodar.
Después de esa frase, en el entorno de Bullrich intentaron bajar los decibeles y dijeron que no había una pelea con Macri, sino que ella estaba cansada de que le preguntaran siempre qué piensa el ex presidente. Hasta Federico Pinedo intentó aclarar: “Está todo bien con Macri. Es de los más importantes, sino el más importante, de los dirigentes de nuestra coalición, el que tiene más experiencia y le tenemos afecto. La semana que viene tendremos una reunión de trabajo”.
No obstante, esa reunión aún no está confirmada. Si bien los trascendidos hablan de un Macri que llegará para poner fin a las ambigüedades, todavía se estaba negociando de qué manera (si es que hay alguna) se suma a la campaña de Bullrich, que sigue en busca de su norte.