La Media Luna Roja Palestina informó este jueves que un convoy de 12 camiones con agua, alimentos, medicinas y material sanitario ingresó a la Franja de Gaza a través del paso de Rafah, fronterizo con Egipto, donde se acumula toda la asistencia humanitaria enviada por la comunidad internacional en las últimas semanas para aliviar el bloqueo israelí, agravado tras el ataque del movimiento islamista Hamas el 7 de octubre pasado.
El organismo precisó que desde el sábado pasado, cuando ingresó la primera misión, un total de 74 camiones atravesaron el paso de Rafah, pero ninguno de ellos trasladó combustible, elemento clave para hacer funcionar los generadores eléctricos, según recogió la agencia de noticias Europa Press.
La vocera de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Unrwa), Tamara al Rifai, había asegurado el martes que si no obtenían combustible no iban a poder trabajar ni tampoco recoger la ayuda, aunque por el momento la agencia se mantiene operativa.
Asimismo, puntualizó que unas 12.000 personas se encuentran resguardadas en el Hospital Al Quds de la Media Luna Roja Palestina en la Franja de Gaza, un exiguo territorio de 362 kilómetros cuadrados donde viven hacinadas unos 2,4 millones de personas.
“Buscaban seguridad después de perder sus hogares y a sus seres queridos y ahora necesitan desesperadamente suplir las necesidades más básicas en medio de una agresión que continúa por vigésimo día consecutivo”, expresó el organismo.
The volume of goods that entered #Gaza on Saturday is only a fraction of what is needed after days of complete siege. @UNReliefChief urges an increase in aid access to at least 100 trucks a day.
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— UN Humanitarian (@UNOCHA) October 22, 2023
Pese al progresivo agotamiento del combustible y al recrudecimiento de la violencia, la acción humanitaria de la ONU todavía se mantiene.
“La principal operación es la recepción de desplazados internos en escuelas de la Unrwa, donde (más de 629.000 personas) reciben alimentos, medicinas y apoyo para mantener la dignidad y un mínimo de esperanza”, subrayó el informe diario de Naciones Unidas.
También mantienen el reparto de alimentos y dinero en efectivo a los desplazados, así como el suministro de combustible a los centros sanitarios, el apoyo psicosocial a la población asediada y las campañas de prevención para evitar el daño por explosivos.
El combustible, además de ser necesario para los centros sanitarios, es requerido para otros servicios esenciales en el enclave palestino, como el funcionamiento de las plantas desalinizadoras.