Opositores rusos reclamaron este jueves en el Parlamento Europeo (PE) sanciones a personas cercanas al presidente Vladimir Putin por la muerte del dirigente Alexey Navalny, así como mayor apoyo para salvar a presos políticos en Rusia.
Navalny, considerado como el más notorio opositor a Putin, falleció la semana pasada a los 47 años en una prisión en el ártico ruso donde cumplía, en régimen especial, una larga condena por extremismo.
La viuda de Navalny acusó a Putin de haberlo matado, y Estados Unidos y otros países han responsabilizado de su fallecimiento al Gobierno ruso, que ha rechazado ambos planteos. El Reino Unido sancionó a seis funcionarios de la prisión donde murió Navalny.
La activista Evgenia Kara-Murza, esposa del encarcelado opositor Vladimir Kara-Murza, clamó este jueves por ayuda al hablar ante los miembros del Parlamento de la Unión Europea (UE), en su sede de Estrasburgo, Francia.
“Hay personas que pueden salvar, hagan lo que puedan para salvarlas y para que puedan estar aquí mañana para reconstruir su país”, dijo Kara-Murza, directora de la Fundación Rusia Abierta, cuyo marido está preso en Rusia por denunciar la guerra en Ucrania.
En la misma línea, el vicepresidente de Rusia Abierta, Vladimir Milov, subrayó que “la inacción importa”, por lo que la muerte del político ruso no puede quedar sin respuesta por parte de la UE, ya que es “el único idioma” que entiende Putin.
El que fuera viceministro de Energía ruso pidió a la UE no reconocer los resultados de las próximas elecciones presidenciales de marzo, en las que se espera que Putin revalide su mandato, pidiendo un paso más para declarar la ilegitimidad del dirigente ruso.
De esta manera, Milov responsabilizó directamente a Putin de la muerte de Navalny, tras señalar que primero le cortó las comunicaciones, forzó al exilio de sus abogados y finalmente fue llevado a una de las prisiones más remotas de Rusia.
Asimismo, exigió un enfoque más duro contra Putin al asegurar que con la muerte de Navalny, el mandatario ruso está enviando un mensaje a Occidente, informó la agencia de noticias Europa Press.
Por su parte, el activista y excolaborador del fallecido dirigente opositor ruso, Leonid Volkov, volvió a pedir a la UE elevar la presión sobre el círculo de oligarcas que apoyan y financian al Kremlin, así como medidas contra cargos medios, funcionarios y testaferros que son la “espina dorsal” del Gobierno de Putin.
El colaborador de Navalny insistió en que la UE debe ir “detrás de los amigos de Putin” y congelar sus bienes para usarlos a becas o ayudas para periodistas y activistas independientes, avisando de que las sanciones que se puedan tomar contra los responsables directos de la muerte en prisión del disidente ruso “harán reír a Putin”.
Volkov, un exlegislador ruso que presidió la Fundación Anticorrupción, creada por Navalny, dijo que existen investigaciones sobre “personas que todavía tienen activos considerables en Occidente”, incluyendo a algunas “que son próximas de Putin”, informó la agencia de noticias AFP.
Volkov minimizó el impacto de las sanciones anunciadas en la víspera por el Reino Unido contra seis funcionarios de la colonia penal donde murió Navalny.
En su opinión, esos seis funcionarios probablemente nunca viajarían al Reino Unido ni tendrían activos allí.
Ellos “se reirían de estas sanciones”, señaló.
Después del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, que el sábado cumplirá dos años, el equipo de Navalny proporcionó a la UE una lista de 7.000 funcionarios rusos que constituían la “columna vertebral del sistema de Putin” y que, según Volkov, deberían ser sancionados.