El Ejército israelí volvió a bombardear este lunes Khan Yunis, el nuevo epicentro de la guerra en Gaza, en el sur de la Franja, mientras el foco político del conflicto entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas se trasladó a Bruselas, sede de la Unión Europea, donde los cancilleres del bloque encabezados por Josep Borrell se reunirán por separado con los jefes de las diplomacias israelí y palestina.
Testigos reportaron ataques nocturnos mortales en Khan Yunis, la ciudad más grande en el sur de Gaza, y fuertes enfrentamientos entre soldados israelíes y combatientes de Hamas.
Alrededor de 40 palestinos murieron a causa de los bombardeos en las últimas horas contra varios edificios que alojaban a numerosos desplazados en Khan Yunis, en medio de la ofensiva israelí sobre el enclave tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamas.
Cinco de estos edificios fueron alcanzados por misiles, informó la agencia de noticias palestina WAFA, recogida por Europa Press.
Entre los lugares atacados se encuentra la escuela Al Mauasi y una vivienda situada en los alrededores del hospital de campaña instalado por Jordania, que ya la semana pasada denunció un herido entre sus trabajadores a causa de los ataques israelíes contra la zona.
Las tropas israelíes también abrieron fuego en los alrededores de la Universidad Al Aqsa, que aloja a numerosos desplazados y cuyo edificio administrativo habría sido alcanzado por balas.
People in Gaza are dying not only from bombs and bullets, but from lack of food & clean water, and hospitals without power & medicine.
This must stop.
I will not relent in my call for an immediate humanitarian ceasefire and the immediate & unconditional release of all hostages.
— António Guterres (@antonioguterres) January 20, 2024
El conflicto palestino-israelí se intensificó el 7 de octubre, cuando el movimiento islamista perpetró un mortífero ataque sobre territorio israelí sin precedentes que dejó 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y 240 secuestrados, entre ellos una veintena de argentinos.
Hamas admitió este domingo en su primer informe público sobre los hechos que desataron la guerra que hubo “algunos errores” de su parte, pero también urgió el fin de la “agresión israelí” en Gaza.
Tras estos ataques, Israel prometió “aniquilar” al movimiento islamista y lanzó una implacable ofensiva que mató al menos 25.300 personas en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, bajo control de Hamas.
Alrededor de un centenar de rehenes fueron liberados en noviembre durante una tregua, pero los servicios de Inteligencia de Israel estiman que todavía siguen retenidos en Gaza unos 130, aunque teme que una veintena hayan muerto.
Estados Unidos, Qatar y Egipto, que mediaron el alto el fuego de noviembre, intentaron convencer a Israel y Hamas de acoger un plan para liberar a los rehenes a cambio del retiro israelí de Gaza.
Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insiste en que Israel debe mantener el control de la seguridad después de la guerra y rechazó la posibilidad de una “soberanía palestina”.
Tras el informe de Hamas, Netanyahu declaró en un video que, a cambio de la liberación de los rehenes, el movimiento islamista exige el fin de la guerra, el retiro de tropas israelíes de Gaza, la liberación de presos palestinos y garantías para continuar en el poder.
“Si aceptamos esto, nuestros soldados habrían caído en vano” y no habría garantías de seguridad, afirmó.
El jefe de Gobierno israelí enfrenta intensa presión por asegurar el regreso de los rehenes y responder por las fallas de seguridad que permitieron el ataque del 7 de octubre.
Familiares y simpatizantes de los rehenes volvieron a manifestarse ayer cerca de la residencia de Netanyahu en Jerusalén.
“Pedimos a nuestro Gobierno que escuche, que se siente a negociar y decida si acepta este u otro acuerdo que convenga a Israel”, manifestó Gilad Korenbloom, cuyo hijo es rehén en Gaza.
Reunión de la UE
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, y los cancilleres del bloque se reunirán este lunes con su par israelí, Israel Katz, y también tenían previsto un encuentro con el jefe de la diplomacia de la Autoridad Palestina, Riyad al-Maliki, para centrarse en la situación humanitaria en Gaza y Cisjordania, la liberación de rehenes y el riesgo de expansión del conflicto a toda la región.
Sin embargo, al llegar a la sede de reuniones, Katz apenas mencionó a la prensa que su país estaba concentrado en obtener la liberación de los rehenes capturados, informó la agencia de noticias AFP.
Borrell insistió en una solución basada en dos Estados.
Según el diplomático español, “paz y estabilidad no se pueden construir solamente por medios militares. (…) ¿Qué otra solución están considerando? ¿Hacer que todos los palestinos se vayan? ¿Matarlos?”.
Los ministros de la UE también invitaron a estas reuniones a sus pares saudita, Faisal Bin Farhan Al Saud; jordano, Ayman Safadi, y egipcio, Sameh Shoukry.
“People are very hungry.”
Humanitarians’ ability to deliver aid safely and effectively in #Gaza is heavily compromised due to frequent access denials and restrictions, and intense fighting.
Each day humanitarian access is denied, the suffering of people intensifies. ⬇️
— UN Humanitarian (@UNOCHA) January 22, 2024
También está previsto un diálogo con el secretario General de la Liga Árabe, el egipcio Ahmed Aboul Gheit.
La guerra desató temores de una escalada en la región. Por la noche se escucharon sirenas en el norte de Israel, cerca de la frontera con Líbano, según el Ejército israelí.
Ha habido enfrentamientos casi diarios entre fuerzas israelíes y el movimiento libanés Hezbollah, apoyado por Irán, y varias zonas del sur de Líbano fueron atacadas por la noche.
También hubo brotes violentos en Cisjordania ocupada.
Asimismo, rebeldes hutíes de Yemen atacaron lo que consideran buques ligados a Israel en el mar Rojo, generando ataques de Estados Unidos y Reino Unido, al tiempo que ataques en Siria e Irak fueron reivindicados por grupos ligados a Irán en rechazo al apoyo estadounidense a Israel.