El Gobierno restableció por este mes “de manera extraordinaria y transitoria” el Programa de Incremento Exportador (PIE) para la soja, con la particularidad de que, en lugar de determinar un tipo de cambio diferencial, el estímulo estará en que los exportadores tendrán libre disponibilidad sobre el 25% de las divisas que liquiden.
A través del Decreto 443/2023 publicado este martes en el Boletín Oficial, se puso en vigencia un cuarto capítulo del denominado dólar soja, cuyo primer epusodio tuvo nacimiento, por Decreto 576, el 4 de septiembre del año pasado.
Entre las exigencias del nuevo programa de promoción, se estab ece que sólo podrán hacerlo “aquellos sujetos que hayan exportado en algún momento de los 18 meses inmediatos anteriores a la entrada en vigencia de este decreto”.
El decreto precisó que “el 75% del contravalor de la exportación de las mercaderías, incluidos los supuestos de prefinanciación o posfinanciación de exportaciones del exterior o un anticipo de liquidación, que sean objeto de adhesión al Programa, deberá ingresarse al país en divisas y negociarse a través del Mercado Libre de Cambios (MLC), en tanto que el 25% restante será de libre disponibilidad”.
Esto es, que los exportadores, si bien están obligados a ingresar esas divisas, lo podrán hacer ‘por los canales alternativos del dólar financiero (“contado con liqui” o dólar MEP), obteniendo un cambio mucho más favorable. Este martes, si bien se produjo una baja en la cotización de referencia del contado con liqui, la cotización del dólar en esa alternativa estaba aproximadamente en 761,50 pesos.
A los valores de este martes, una futura exportación de soja o cualquiera de sus derivados, liquidando el 75 por ciento en el mercado oficial (MULC) y el 25% de las sivisas por el “contado con liqui”, estaría realizándose a un valor promedio de 452,87 pesos por dólar. Una mejora en la paridad de casi 30 por ciento, que las autoridades esperan que se traslade al precio que pagan los exportadores al productor del grano.
El anuncio del nuevo régimen de liquidación para las exportaciones de soja y sus derivados, publicado este martes en el Boletín Oficial, tuvo repercusión inmediata en los mercados principales de la oleaginosa. En la Bolsa de Comercio de Rosario se registró un alza de 15 mil pesos en el precio de la tonelada, que alcanzó al cierre a 140 mil pesos, con un alza del 12 por ciento en la jornada atribuible enteramente a la puesta en marcha del nuevo Programa de Incremento Exportador.
Especialistas del sector auguran un traslado bastante más importante al precio del grano, estimando que su cotización podría superar los 155 mil pesos. Es decir, que por ahora sólo se habría verificado la mitad del impacto total esperado. El mercado venía de varias jornadas sin operaciones, ya que no se registraba precio para la soja, a la expectativa de novedades. Este martes, la oleaginosa “contó nuevamente con precio abierto”, comentaban en la plaza.
El nuevo régimen entró en vigencia este martes y se extenderá hasta fin de mes, al 30 de septiembre. La expectativa oficial es que ingresen unos 2000 millones de dólares adicionales a las arcas oficiales por la liquidación de las exportacuiones que se registren en el período. Ese cálculo que manejan las autoridades surge de una estimación de la existencia de soja retenida en campos y plantas de acopio del orden de las 8 a 10 millones de toneladas todavía de la última cosecha.
Con el incentivo del mejor precio vía la nueva cotización y la oportunidad para la industria de poder acceder a mayor volumen de granos para utilizar una mayor proporción de su capacidad de molienda, se espera que las operaciones tomen impulso hasta llegar cerca de agotar las existencias retenidas.
Para ingresar al programa y acceder a los beneficios de la libre disponibilidad del 25% del valor de las exportaciones, es requisito la adhesión voluntaria, lo cual implica renunciar en forma previa a la promocipón de cualquier procedimiento judicial o administrativo” con el fin de reclamar la aplicación de otros beneficios distintos a los “previstos de manera extraordinaria” en este decreto.
Desde la cámara de la industria del aceite y exportadores de cereales (CIARA-CEC) informaron que, por no tratarse de “un típico programa exportador como las versiones anteriores, será cada empresa la que dedecida individualmente si ingresdas al esquema y de qué manera operará”, sobre la base de sus necvesidades de molienda y/o programa de exportación. Pero que no habrá pronunciamiento o análisis de la cámara como institución.
De manera más enfática, el presidente de Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, se manfiestó en contra de la medida, señalando que “la instrumentación de estos anuncios son un beneficio para el gobierno y la industria, no garantizando nada a los productores. “Esperemos que el mercado se normalice porque hace una semana que está paralizado y los productores necesitamos tener precios de referencia”, concluyó Pino.