“Cuando se analiza la historia económica, se observa que todos los países que son ricos tienen altos impuestos en relación al PBI. Mientras que todos los países que son pobres, tienen tasas bajas en relación al PBI. Históricamente, no hay país del mundo que haya logrado desarrollarse con niveles impositivos muy bajos. La razón de ello es que el motor principal del crecimiento económico y de la prosperidad es la educación, una buena calidad del servicio de salud y una buena infraestructura pública. Todo eso requiere recursos públicos significativos que se consiguen a través de los impuestos”.
La reflexión anterior corresponde al economista francés Gabriel Zucman, profesor de la Universidad de Berkeley y de la Escuela de Economía de París, autor de dos libros sobre política fiscal y tributaria y coautor del reciente Global Tax Evasion Report 2024 , publicado por el EuTax Observatory.
Consultado por Página/12 sobre el discurso antiestatal que levanta la nueva ultraderecha, de la cual Javier Milei es el representante en el terreno local, Zucman sugiere al menos volver a los libros, en general, y de historia, en particular. Sostiene que el discurso económico libertario no cuenta con evidencia empírica alguna; más bien lo contrario, es refutado a lo largo y ancho del planeta.
Además, el mencionado reporte muestra cómo se desenvuelven algunas de las últimas tendencias en la lucha contra la evasión fiscal a nivel global. Entre las principales recomendaciones del informe está la creación de un impuesto mínimo a los multimillonarios equivalente al 2 por ciento de su riqueza. Afectaría a apenas 3 mil personas en todo el mundo y generaría casi 214 mil millones de dólares adicionales de ingresos públicos.
Guaridas fiscales
De acuerdo al informe, la evasión fiscal extraterritorial se ha reducido: “antes de 2013, los hogares poseían el 10 por ciento del PIB mundial en riqueza financiera en paraísos fiscales, la mayor parte sin declarar. Hoy en día, todavía hay el equivalente al 10 por ciento del PIB mundial en riqueza financiera de los hogares extraterritoriales, pero sólo alrededor del 25 por ciento evade impuestos.
—¿Cómo se explica este progreso?, preguntó este diario a Zucman.
–La evasión fiscal, la planificación fiscal nociva a través de las guaridas fiscales y el desvío de dividendos, son temas que han estado muy presentes en la agenda global en los últimos 10 o 15 años. Pero hasta ahora ha habido muy poco esfuerzo para entender qué se ha alcanzado y qué falta mejorar al respecto. A partir de la puesta en práctica del intercambio automático de información bancaria entre países, ha habido un progreso real en la evasión fiscal de parte de los individuos en forma bastante significativa. Esto es importante porque muestra que la evasión fiscal no es una suerte de ley de la naturaleza sino que, por el contrario, si hay una intención real de alcanzar progresos, entonces es posible reducirla.
–¿Esto se tradujo en más recaudación para los Estados o ha cambiado hacia otro tipo de evasión fiscal?
–Esencialmente, ha habido un giro hacia otra forma de evasión fiscal, que ahora no sucede a través de activos alojados en el exterior sino que ocurre de manera doméstica, y particularmente bajo las formas de empresas tipo “caparazón”, que se ubican entre las personas y sus activos. Los individuos encuentran maneras para evitar el pago de impuestos sobre los ingresos a través de la utilización de compañías intermediarias, lo cual es ilegal en la medida en que estas empresas tienen un único objetivo de evitar el pago de impuestos. Este tipo de maniobras de evasión fiscal ha aumentado.
Multinacionales
El informe calcula que las pérdidas de ingresos tributarios por medio de las maniobras que realizan las multinacionales equivalen a casi el 10 por ciento de los ingresos fiscales corporativos recaudados a nivel mundial. Las multinacionales estadounidenses son responsables de alrededor del 40 por ciento del traslado de beneficios a nivel mundial y los países de Europa continental son los más afectados por esta evasión.
–¿Por qué en el terreno corporativo las novedades son desalentadoras?
–Prácticamente no hay progreso en la lucha contra la evasión fiscal que realizan las empresas multinacionales. Hay cerca de un billón de dólares en beneficios que son dirigidos a los paraísos fiscales este año y eso crece año a año. Por esa razón, en 2021, más de cuarenta países acordaron la creación de un impuesto global sobre las multinacionales del 15 por ciento. Sin embargo, este impuesto mínimo ha sido largamente debilitado a raíz de una serie de excepciones que han sido gradualmente introducidas. De modo que actualmente estimamos que el 15 por ciento del impuesto mínimo para las multinacionales recauda solamente la mitad de lo que se esperaba que consiguiera.
Riqueza extrema
“Hemos detectado que para los multimillonarios, la tasa efectiva de impuestos es muy baja, mucho más baja que lo que paga la clase media. Y todavía no hemos hecho nada para atacar este problema. Calculamos que los multimillonarios globales tienen alrededor de 0 a 0,5 por ciento de su riqueza afectada por impuestos cada año. Es muy muy bajo”, explica Zucman.
–¿Cuáles son las recomendaciones del informe en este punto?
–La recomendación es establecer un impuesto mínimo sobre los multimillonarios, del orden del 2 por ciento de su riqueza. Pensamos que esto debe ser y probablemente vaya a ser la próxima prioridad en la agenda internacional. Hace diez años fueron las guaridas fiscales, en 2021 fue el impuesto mínimo sobre las corporaciones y ahora será un impuesto mínimo global para personas muy muy ricas. Es un modo muy poderoso de encarar las formas actuales de evasión fiscal, que se basan en evitar los impuestos a los ingresos. La riqueza es difícil de manipular impositivamente para los millonarios, de ahí que esta recomendación sea clave. Esto solo afectaría a las 3 mil personas más ricas en todo el mundo. La intención es que paguen al menos un 2 por ciento de su riqueza cada año. Este impuesto mínimo generaría 214 mil millones de dólares al año, que se sumarían a los impuestos que estas personas ya pagan actualmente, por 44 mil millones de dólares.