El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu agradeció la visita de un asesor de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y dialogaron sobre “la continuación de la guerra hasta la victoria”, luego de que en los últimos días ambos líderes manifestaran diferencias respecto del estatus de los territorios palestinos una vez que finalice el conflicto en la Franja de Gaza.
Estados Unidos, principal aliado internacional de Israel, envió a un alto funcionario de la Casa Blanca a Israel para discutir un calendario para terminar con la operación en el enclave palestino.
El asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan se reunió primero con Netanyahu, en Tel Aviv, y luego mantuvo otro encuentro ampliado con el premier y su gabinete de guerra.
En la reunión ampliada discutieron “la continuación de la guerra hasta la victoria y el logro de los objetivos comunes, que son, ante todo: la eliminación de Hamas, la liberación de todos los rehenes, el desmantelamiento de las capacidades militares de Hamas y el fin de su dominio en Gaza”, según informó la oficina del primer ministro en un comunicado.
También hablaron de la ayuda humanitaria continua a la población civil de Gaza, y de las amenazas que enfrenta Israel tanto en su frontera norte, donde colisiona con el movimiento islámico armado libanés Hezbollah, y en su frontera sur, desde donde ha recibido ataques de los rebeldes hutíes con base en Yemen, según el comunicado.
El documento remarcó la relación entre Hezbollah e Irán.
Entre los asistentes estuvieron los ministros israelíes de Defensa, Yoav Gallant, y del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, y el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI), Harzi Halevi, entre otros, y por EEUU asistieron los enviados especiales para Medio Oriente, Brett McGurk, y para Asuntos Humanitarios, David Satterfield, además de la Embajadora Adjunta en Israel, Stephanie L. Hallett.
El encuentro se produjo dos días después de que Biden asegurara que Israel está perdiendo apoyo en el mundo por sus “bombardeos indiscriminados” a la Franja de Gaza y consideró que el de Netanyahu “es el Gobierno más conservador en la historia de Israel”.
Además, acusó al Gobierno israelí de no estar interesado en una solución de dos Estados para poner fin al conflicto con Palestina.
Por eso, el líder demócrata sugirió que Netanyahu debería “cambiar” a su gabinete para encontrar una solución de largo plazo al conflicto con los palestinos.
El líder del partido Likud encabeza un Gobierno de coalición que está integrado por partidos nacionalistas religiosos de ultraderecha y líderes del movimiento colono que ocupa los territorios palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este.
El mismo día, Netanyahu admitió que existe un “desacuerdo” con Estados Unidos, su principal aliado, sobre lo que será la situación en la Franja de Gaza una vez que finalice la guerra contra el movimiento islamista palestino Hamas.
“Sí, hay desacuerdo sobre ‘el día después de Hamas’ y espero que también aquí lleguemos a un acuerdo”, reconoció.
Estados Unidos propuso que la Franja de Gaza, que hasta ahora estuvo gobernada por Hamas, quede a cargo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna parte de Cisjordania ocupada, una vez que la guerra finalice.
Sin embargo, esta posición fue rechazada por Netanyahu en numerosas oportunidades.
La administración de Biden ha mostrado su apoyo a Israel para eliminar a Hamas y se opone a un alto el fuego porque considera que sería utilizado por el grupo islamista para rearmarse.
Pero a medida que han aumentado las víctimas civiles por los bombardeos en Gaza, Washington ha incrementado su presión al Gobierno de Netanyahu para que intente minimizar las muertes de inocentes.
Además, Biden ha reiterado en diversas ocasiones que apoya la conformación de un Estado palestino en los territorios de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este, tal como reclaman los palestinos y reconoce Naciones Unidas.