El sinólogo español Xulio Ríos analizó las recientes elecciones presidenciales en Taiwán y explicó que para el Partido Comunista de China, la reunificación de la isla “es irrenunciable porque se trata de la última pieza territorial que falta en el puzzle de la modernización”. “No se trata solo de cerrar las heridas de la guerra civil de 1945-49, sino de poner fin a la larga decadencia iniciada en el siglo XIX y que, entre otras circunstancias, propició la entrega de Taiwán a Japón”, sostuvo el especialista en una entrevista con el nuevo sitio de análisis político internacional Tektónicos.
Ríos formuló estos conceptos tras el triunfo del soberanista Lai Ching-te en las elecciones presidenciales taiwanesas, un resultado electoral que no eclipsa el hecho que los nacionalistas del Kuomintang, que tienen una relación más cordial con Beijing, controlarán el Parlamento.
Para el experto, asesor emérito del Observatorio de la Política China y una de las voces más respetadas en cuanto al desarrollo político del gigante asiático, “el valor e interés geopolítico de la isla de Taiwán está fuera de toda duda. Ello deviene en razón de la importancia de la ruta comercial del estrecho y de su posición estratégica en la conocida como primera cadena de islas, esa especie de barrera geográfica que va desde el sur de Japón, pasa por Filipinas y corre hacia el mar del sur de China”.
Respecto de lo crucial que es el tema para el gobierno de Xi Jinping, Ríos afirmó que “aunque China llegue a superar a EE.UU. y a afirmarse como la principal potencia del mundo en el siglo XXI, el proceso nunca estará completo si no consigue habilitar alguna fórmula integradora de Taiwán. Esto explica que Taiwán sea un ‘interés central’ o que las autoridades chinas no dispongan de holgado margen de negociación. Y también nos advierte sobre la disposición a sacrificar cuanto sea necesario para la resolución del problema. Cuando así lo afirman, no son palabras huecas. Modernización y unificación son las dos caras de la China del siglo XXI”.
El sinólogo cree también que “aunque se especula mucho sobre la disposición de Beijing a adoptar la vía armada para lograr la reunificación, la pacífica sigue siendo la prioritaria. Su viabilidad exige la colaboración activa entre el PCCh y las fuerzas unionistas de la isla. El escenario de división prácticamente a la mitad entre quienes apoyan a los “verdes” (soberanistas) o “azules” (partidarios de la reunificación) acentúa la complejidad de la cuestión y abriga expectativas de tensión a corto y medio plazo”.
Respecto de la injerencia de Estados Unidos en este año electoral, Ríos opinó que “el enfoque multilateral de (Joe) Biden en las relaciones internacionales ha logrado asediar a China, pero si (Donald) Trump regresa a la Casa Blanca, la guerra comercial entre Estados Unidos y China podría intensificarse. Trump ha propuesto imponer un arancel fijo de 60% o más a todas las importaciones chinas, lo que afectaría a las perspectivas económicas de China. Y en esa lógica, también las desavenencias sobre Taiwán podrían agravarse. Así, la dinámica de tensión no aflojará en 2024 y podemos asistir a momentos álgidos, en buena medida dependientes del calendario electoral estadounidense. Esto puede dar la impresión de que el conflicto armado es inevitable. Sin embargo, en paralelo, los activos continentales a favor de la vía pacífica podrían verse beneficiados en el nuevo escenario político taiwanés abierto tras los comicios de enero último”.