El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que dispuso el presidente Javier Milei se analizó en detalle en los equipos técnicos del ex ministro de Economía, Sergio Massa. Con una conclusión central: si bien es cierto que hay un ajuste fiscal, el ajuste real y el ancla del plan libertario son los salarios y las jubilaciones de sectores medios y medios bajos. Y a profundizar esa situación llega un DNU que liberaliza los precios, deja libre el aumento de la medicina prepaga, flexibiliza leyes laborales y, en paralelo, libera el valor de combustibles y colegios privados, el combo perfecto que golpea a la clase media. Asimismo, operó “una devaluación sin red”, que ya pulverizó los ingresos y que obliga al gobierno a volver a pensar en un capítulo dos de la misma, en un corto plazo.
Según supo Página I12, el ex candidato prepara su nueva tarea de asesor internacional y político en Nueva York y el Uruguay mientras articula con el peronismo y termina su autobiografía, que saldrá en el mes de marzo. Es un libro, cuentan, que recorre desde la salida tormentosa de Martín Guzmán de Hacienda hasta la transición de sus equipos con el nuevo gobierno de Milei.
Un rato después de la cadena nacional de Milei, Massa recibió en su celular un detalle por sectores que le armaron dirigentes que lo acompañan en la Fundación Encuentro, el think tank del Frente Renovador. Allí se ve que uno de los golpes más duros para el bolsillo, según el DNU, será el aumento libre de las prepagas. En su entorno lo estiman entre 70 y 80 por ciento en enero y febrero. En paralelo, los técnicos analizaron que la caída de la Ley de Góndolas, que impulsaron en su momento Massa y Elisa Carrió, generará una pérdida fuerte de oferta de productos de segundas y terceras marcas y le dará más poder a los supermercados para manejar precios.
En la misma línea, Massa entiende que el export parity en los precios de la generación eléctrica que se dispuso pegará de lleno en las tarifas, a lo que hay que sumarle el boleto del transporte público. “Se quedó corto con la campaña del miedo”, asegurán con picardía en su entorno, recordando que “avisó cada cosa que está pasando hoy”. En esta línea, agregan que la liberación de exportaciones e importaciones derivará en una plaza local donde “se va a vender a precios internacionales”. Un ejemplo, el valor elevado que está teniendo la carne. Por otra parte, el ex ministro no descarta que la idea de Milei de ir hacia una híperinflación sea la de “pavimentar” el camino a una dolarización.
El peronismo y el idioma Milei
El ex ministro articula con dos de sus más fieles en el Congreso, los diputados Germán Martínez y la diputada Cecilia Moreau, pero entiende que es momento de esperar ver correr al gobierno de Milei. Algunos de los que lo circundan observan, de todos modos, que el peronismo tiene una visión particular de la elección. La referencia es que miran el 55 a 45, una opción, en lugar de ver el triunfo de peronismo en primera vuelta, que es lo que terminó definiendo el equilibrio del poder, más allá de la presidencia. Eso, al parecer, condiciona la reacción inmediata de la fuerza.
De todos modos, Massa les explica a los que se reúnen con él que Milei tiene una lógica diferente a la de la política convencional y, además, tiene un ideología, sabe lo que quiere, aunque ese modelo afecte directamente a la población que más precisa una mejora. Por eso, grafican cerca de él, que es difícil negociar con un idioma común. Incluso, les recomienda a los propios analizar el plan Milei con la lógica de Milei, que es un ajuste feróz como objetivo central.
En los últimos días lo visitaron en su oficina de Libertador varios gobernadores que se habían reunido, un rato antes, con Milei. La preocupación de la mayoría está puesta en lo complejo que es el DNU y, sobre todo, de qué forma Milei los compensará por los ingresos perdidos por Ganancias. Un jefe del interior opositor, consultado sobre el tema, dijo a este diario que el presidente está cambiando apoyo político al DNU en el Congreso por la vuelta de la cuarta categoría de tributo.
El ex ministro habla seguido con Cristina Kirchner. La última vez fue 3 dias después de la asunción de Milei. Los detalles los guardan ambos, pero tienen sintonía en mantenerse cerca de la política, siguiendo la agenda y la representación. En las oficinas de Massa admiten que el diagnóstico y el plan de Milei son malos, pero que nunca esperaron la reacción espontánea de la gente con los cacerolazos un rato después de anunciado el DNU.